Las trabajadoras de Son Espases acusadas por acceder al historial clínico de su compañera se defienden
Redacción | 13/07/2022
Tres trabajadoras del Hospital Universitario Son Espases acusadas de acceder al historial clínico de una compañera sin su consentimiento han defendido que entrar en los historiales de los pacientes es una de las funciones habituales que realizan debido a su puesto de trabajo.
De hecho, una de ellas ha asegurado, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Baleares, que se enteró de la enfermedad que padecía su compañera el día que ésta demandó.
"Me enteré de su enfermedad el día que puso la demanda", ha señalado.
La Fiscalía solicita tres años y tres meses de prisión para cada una de ellas por un delito de descubrimiento y revelación de secretos. Además, pide una multa de 21 meses por importe de ocho euros diarios, así como una indemnización de 6.000 euros en concepto de daño moral.
Los hechos juzgados supuestamente pasaron entre 2017 y 2018. La víctima había trabajado previamente como celadora en el hospital Son Dureta, pero tras un control de salud laboral le fue diagnosticada una enfermedad con la que necesitó tratamiento médico y psiquiátrico.
Una vez que se reincorporó a su puesto de trabajo, el Ministerio Fiscal relata cómo fue reubicada en otras labores en Son Espases debido a su enfermedad.
La mujer no lo dijo en ningún momento a sus compañeras a pesar de las preguntas "insistentes" por su cambio laboral.
A pesar de ello, las tres encausadas accedieron a su listado de citas médicas para descubrir información relativa a su estado de salud, sostiene el fiscal. En ningún momento, contaron con su autorización.
SIN INCIDENTES O RELACIÓN CON LA DENUNCIANTE
Ante el juez, una de las acusadas, administrativa en el departamento de avisos de citas del hospital, ha indicado que no tuvo "ningún incidente" con la denunciante, no supo "nada en absoluto de su baja", ni tampoco habló con ella acerca de su enfermedad.
"No me contó nada porque no soy muy habladora", ha añadido.
Durante la investigación interna que se realizó ante estos hechos, ella negó haber accedido al historial de su compañera y explicó que si figuraba un acceso suyo, era porque su compañera debía tener alguna cita.
"Me sorprendió pero no me sorprendió, porque si una persona es paciente, puede que ser que algún compañero tenga que hacer alguna citación", ha declarado.
Sin embargo, ha negado acordarse del acceso al listado de citas de su compañera: "Yo llamo a muchos pacientes, tenemos como objetivo 100 o 120 pacientes por día. No me voy a acordar jamás de todos los pacientes a los que he llamado".
Por su parte, otra de las encausadas, auxiliar administrativo en citas externas de Son Espases, también ha relatado que debido a su puesto de trabajo podía acceder al listado de pacientes y al historial clínico, además es algo "habitual".
No obstante, ha defendido que nunca lo ha hecho por motivos ajenos a su puesto: "Yo desde el primer día sé dónde trabajo".
Según ha dicho, la denunciante nunca le solicitó que mirara sus citas, ya que no tenían relación.
"Es una compañera con la que no he frecuentado ni le he contado nada", ha destacado la encausada, quien ha asegurado que la denunciante "hablaba mucho y contaba todo" al resto de sus compañeros.
ACCESO AL HISTORIAL "SIEMPRE POR MOTIVOS DE TRABAJO"
La tercera acusada, con un cargo de responsabilidad en consultas externas, ha relatado que, debido a su posición, puede acceder a citas e historiales "siempre por motivos de trabajo".
Sobre el acceso al historial de la denunciante, ha explicado que el volumen de consultas externas es de unas 2.500 o 3.000 citas diarias.
"Me es imposible asegurar qué es lo que hice" aquel día, ha señalado. Con todo, ha remarcado que lo hizo "seguro que estaba motivado por una de las tareas" que puede realizar.
Esta procesada ha asegurado que tenía "buena relación" con la denunciante y ha destacado que se enteró de su enfermedad "el día que ella puso la demanda".
LA DENUNCIANTE SE SINTIÓ "REPUDIADA"
Durante el juicio, la denunciante ha resaltado que nunca contó nada de su enfermedad en el trabajo, ni tampoco pidió a nadie que gestionara sus citas o que accediera a su historial.
"Al principio todo era perfecto, una relación laboral buena, y empezaron a preguntarme porqué estaba en ese puesto de trabajo. Les dije que era algo privado", ha relatado.
Con el tiempo, ha indicado que comenzó a ver "cambios de actitud en la gente", empezó "a ser una persona repudiada" y le miraban "mal".
"Veía que ellas lo sabían y lo habían contado", ha dicho sobre las acusadas.
Según la denunciante, una de las acusadas hizo referencia un día a su enfermedad, algo que ella le negó y le preguntó cómo se había enterado. "Cuando volví del baño vi que estaba mirando mi historia", ha relatado.
Tras esto, la denunciante ha explicado que una trabajadora del Hospital le confirmó que las tres encausadas habían accedido a su historia.