La Policía rechaza la hipótesis de una muerte accidental y en defensa propia en el crimen de Son Gotleu

Redacción | 27/10/2020

La Policía Nacional no cree que la muerte de un hombre a manos de su compañero de piso en Son Gotleu en 2019 fuera accidental y en defensa propia, como sostiene el acusado. "El detenido actuó a sabiendas de lo que quería hacer", ha declarado este martes, en el juicio por estos hechos, el agente del Grupo de Homicidios que investigó el caso.

El juicio se celebra desde este lunes con un tribunal del jurado en la sede de la Audiencia Provincial de Baleares. La Fiscalía pide una pena de 12 años de prisión para un hombre portugués de 79 años, acusado de apuñalar a la víctima con unas tijeras en el cuello la noche del 20 de septiembre de 2019.

En el interrogatorio de este lunes, el hombre sostuvo que la muerte fue accidental y en defensa propia. Contó que la víctima fue quien le atacó con una botella y que él, para defenderse, cogió unas pequeñas tijeras de aseo personal que tenía sobre la mesa. Según su versión, se produjo un forcejeo en el que las tijeras terminaron clavándose accidentalmente en el cuello de la víctima cuando ésta perdió el equilibrio.

La versión no convence al policía que instruyó el caso, tras interrogar al acusado y sus compañeros de piso y examinar la escena del crimen. Según ha explicado, los otros moradores de la vivienda escucharon una discusión entre víctima y acusado, en la que quien "llevaba una actitud más belicosa" era el procesado, frente al tono "más pacificador" de su interlocutor.

Además, el policía ha apuntado que el mismo acusado "había manifestado que había sido entrenado, que había sido militar en el ejército portugués y que sabía dónde había que dar si había que matar a alguien".

NO HAY HUELLAS EN LA BOTELLA

Por otro lado, un técnico examinó la botella intervenida en la escena del crimen. El acusado asegura que la víctima había entrado en su cuarto "como un huracán", "borracho como una cuba", blandiendo la botella sobre su cabeza y diciéndole "te voy a matar", y que después le había atacado.

Sin embargo, el técnico ha precisado que no fue posible encontrar ninguna huella dactilar en la botella.

Asimismo, en la sesión de este martes también se ha expuesto al jurado cómo transcurrió la inspección ocular de la escena. La primera en llegar fue la Policía Local, y una ambulancia trasladó al herido a Son Espases. Hacia las 3.00 horas comunicaron que había fallecido, por lo que pasó a ser un caso de homicidio. Por este motivo, se precintó la vivienda y se pidió a los otros compañeros de piso que buscasen otro alojamiento.

Además de la botella y las tijeras, se intervino un reloj ensangrentado, con una mezcla de ADN del acusado y de la víctima. La Policía Nacional también ha explicado el estudio de las manchas y salpicaduras de sangre en la escena, con bastante movimiento debido al tránsito del mismo acusado, policías y técnicos de emergencias.

En cuanto a la ropa del acusado, cuando fue detenido se había cambiado, aunque todavía tenía manchas de sangre en la cara y el cuello.

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