La Policía cierra Son Banya
Irene R Aguado | Mallorca, 16 de Noviembre de 2020 | 17:58h
La Policía Nacional ha cerrado a cal y canto Son Banya hasta que los residentes no entreguen a un delincuente que permanece oculto en el poblado.
Todo ocurrió el pasado domingo a última hora de la tarde, cuando unos agentes de la Policía Nacional estaban realizando una patrulla rutinaria cerca del asentamiento. En un momento dado, los agentes observaron a un joven en un coche en la entrada del poblado. Enseguida lo identificaron como un conocido delincuente de 25 años que acumula tres órdenes de ingreso en prisión y que jamás llegó a presentarse para ninguna. Además, se conoce que tiene numerosos antecedentes.
Al darle el alto policial, el delincuente se metió rápidamente dentro del poblado con la intención de escapar, pero los agentes consiguieron interceptarlo. El joven empezó ponerse muy agresivo, gritando y mordiendo a los agentes. Ofreció una gran resistencia cuando intentaron introducirle en el vehículo policial, e incluso se agarró al lateral del coche con fuerza e impidió que los policías le movieran.
Debido al alboroto, en el lugar empezó a amontonarse un tumulto de vecinos de Son Banya. Al ver lo que sucedía, se echaron encima de los policías para liberar al delincuente y ayudarle a escapar. Tras varios momentos de tensión y pelea, el joven logró huir.
Al llegar numerosas patrullas de refuerzo, los vecinos del poblado les recibieron con pedradas y agresiones. Aún así, realizaron varias batidas por la zona para encontrar al fugado, pero no fue posible localizarlo. En vistas del panorama, la Policía Nacional ha decidido cerrar el poblado a cal y canto con el objetivo de que nadie entre y salga del lugar hasta que el delincuente fugado no se entregue.
Por esta razón, y también como represalia a los vecinos del lugar, en estos momentos hay un gran despliegue de la Policía Nacional en el poblado de Son Banya, incluso con el apoyo de al menos dos patrullas de la Policía Local de Palma. Los agentes, armados con escopetas, están vigilando el poblado hasta el mínimo movimiento, con especial atención en la salida y la entrada de personas.
Todo el que quiera entrar o salir lo hace bajo la supervisión de la Policía. A los no residentes no se les permite la entrada, y a los vecinos del poblado, les registran incluso los maleteros de los vehículos con el objetivo de localizar cualquier pista que les lleve hasta el delincuente fugado.
Cabe recordar que no es la primera vez que se produce una situación similar en Son Banya. Hace varios años, la Policía ya cerró el poblado debido a un panorama parecido. En aquella ocasión, el lugar permaneció cerrado más de una semana, hasta que finalmente los vecinos cedieron y acabaron entregando al individuo, incluso pidieron disculpas a la Policía.
Todavía queda por averiguar si en esta ocasión los vecinos también desistirán y entregarán al fugado, o si la Policía se verá obligada a tomar medidas más estrictas hasta que a los chabolistas no les quede otro remedio que ceder.