La Guardia Civil desactivó 700 artefactos de la Guerra Civil en 2020

Redacción | 21/03/2021

omba alemana de la Guerra Civil hallada en Port de la Selva - GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil desactivó el año pasado un total de 705 artefactos de la Guerra Civil en distintas localidades españolas, en su mayoría granadas de mano o mortero y proyectiles de artillería rompedores, pero también 24 espoletas, 16 bombas de aviación y una mina contrapersona.

Así se lo ha detallado el Ministerio del Interior al portavoz de EH Bildu en la comisión del ramo del Congreso, Jon Iñarritu, quien también se había interesado por el número de heridos o fallecidos que pudieran haber causado este tipo de artefactos durante 2020.

En su respuesta, el Gobierno le especifica que no hay datos sobre este último extremo. Además, aunque señala que el aplicativo informático Registro Nacional de Armas (RNA), mediante el que se realiza el control administrativo de las armas y explosivos, no diferencia el origen de las mismas, se puede dar por hecho que la práctica totalidad de los artefactos desactivados en 2020 procedía de la Guerra Civil.

En la mayoría de lugares sólo se desactivaron un o dos artefactos, aunque destacan los 89 proyectiles de artillería rompedores desactivados en San Adrián (Navarra) el 17 de noviembre, los 12 proyectiles de artillería encontrados en Méntrida (Toledo) y las once espoletas desactivadas en Madrid capital.

AL MENOS 7 EXPLOSIVOS DESACTIVADOS EN AGUAS DE BALEARES EN 2020

La Guardia Civil a través del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), desactivó hasta octubre de 2020 siete artefactos explosivos hallados en el fondo marino, cinco en la isla de Menorca y dos en Mallorca.

De entre estos, destaca el realizado en la zona de Sa Mola en Menorca. Se trataba de una granada de mortero sumergida a tres metros de profundidad, que se encontraba con la espoleta y la carga intacta, por lo que se balizó la zona por la peligrosidad de que explosionara si alguien la manipulaba.

Se señalizó bajo el agua con carteles diseñados para estos fines, con identificativos de Guardia Civil que advierten del peligro en varios idiomas. Más tarde se activó el protocolo descrito, con el aviso a la unidad de la Armada que tiene la competencia en la destrucción de artefactos explosivos submarinos.

En una vigilancia marítima de costas realizada por los GEAS, en la zona donde se encontraba el proyectil, los agentes observaron en tierra a un hombre que había extraído la boya y el cartel que señalizaba la granada, alterando la zona de seguridad y poniendo en peligro la integridad de cualquier persona que se bañara en la zona, por lo que fue denunciado por estos hechos.

Estos artefactos suelen ser proyectiles de mortero o bombas de aviación que llevan décadas en el fondo marino, la mayoría de las veces son avistadas por personas que practican deportes acuáticos. Son quienes comunican la zona aproximada. Por su parte, los GEAS realizan una búsqueda para su localización exacta y señalización para su posterior destrucción. Esta se lleva a cabo por parte de los buceadores de la Armada con sede en Cartagena apoyados por los GEAS según convenio establecido a tal efecto entre la Armada y la Guardia Civil

La Guardia Civil ha advertido a los ciudadanos que si observan cualquier artefacto, como en este caso sumergido, o carteles avisando de peligro, o cualquier circunstancia que pueda causar duda, llamen al 062 para que se realicen las comprobaciones sean necesarias, no se manipule y mucho menos se mueva o extraiga, tanto el proyectil como las señalizaciones, para evitar accidentes. 

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