"Fue una escena de terror": La visión del policía que participó en el rescate de los ocupantes del coche

Uno de los dos policías que participaron el martes en el rescate de los tres ocupantes del coche que arrastró el torrente de Sa Riera asegura a Crónica Balear que lo que vivieron fue “una escena de terror”.

“Fue una situación de mucha angustia porque cuando llegamos no estaba claro dónde se encontraba el coche. Ampliamos el radio de búsqueda y una patrulla lo localizó”, relata el policía, quien detalla que cuando llegó a la zona, la imagen del coche inundado fue “tremenda”, ya que el agua les llegaba a los ocupantes por la mitad del cuerpo.

El agente de la Policía Nacional indica que tenían miedo de que el coche en cualquier momento se desenganchase y continuase el camino para abajo.

A los pocos minutos llegaron los bomberos y, uno de ellos, bajó al torrente con cuerdas, pero él solo no podía rescatarlos. Además, atravesar todo el agua del torrente era muy peligroso. Y es que el vehículo estaba en el lado opuesto de donde se encontraban los equipos de emergencia.

En ese momento, los policías nacionales inspeccionaron el terreno y encontraron un tubo de canalización que cruzaba al otro lado del torrente.

“Mi compañero y yo pasamos por el tubo con mucho cuidado. Cuando llegamos a la altura del coche, abrimos un camino entre los matorrales para bajar unos 5 metros hasta el torrente. Al ver que el bombero estaba solo, los niños gritando y que nadie podía acceder desde el otro lado, entramos en el agua, sin ningún tipo de seguridad. El suelo resbalaba mucho. De hecho, en cualquier momento el torrente nos podía arrastrar”, declara el agente.

Una vez dentro del agua, con mucho cuidado, abrieron la puerta del coche, cogieron a la niña y la sacaron fuera: “La cara de terror de la niña era increíble, pero a los pocos segundos se convirtió en alegría cuando pisó tierra firme. Después entramos de nuevo para sacar al niño, que estaba congelado y tenía mucho miedo. Y, por último, al padre, quien ya estaba más tranquilo una vez habíamos rescatado a sus hijos”.

“En ese momento, la satisfacción de todos fue increíble. Los niños, de 10 y 13 años, no paraban de darnos las gracias. Subimos por el camino que habíamos hecho y cruzamos el tubo con ellos hasta que llegamos a la zona donde se encontraba el resto de los efectivos de emergencia”, sostiene el agente.

Asegura que en sus 15 años que lleva trabajando en el cuerpo nunca había vivido una situación “tan angustiosa”.

Cabe destacar que los agentes, mientras abrían el camino para bajar al torrente, se cortaron con varias ramas, por lo que después tuvieron que curarse las heridas.

Por último, el policía nacional resalta el momento en el que fueron a sacar al niño del coche y, en vez de tener las manos libres, tenía en una su móvil y en la otra un ejercicio de multiplicaciones, ya que les indicó que “tenía que hacer los deberes”. 

Este jueves la familia rescatada ha acudido a la Jefatura de la Policía Nacional en Palma para agradecer la labor de los servicios de emergencia.

El padre ha relatado emocionado que no le dio tiempo a frenar y el coche se fue directamente al agua: "No sabía qué hacer. Mi hija pudo llamar a su madre, pero no sabía explicarle dónde estábamos porque íbamos navegando". 

Asimismo, ha recordado que hubo una primera parada a lo largo del trayecto por el torrente: “De la impotencia de ver a mis hijos dentro del coche, abrí la puerta del vehículo, clavé el pie en el suelo, pero el torrente tenía mucha fuerza y me arrastraba, así que me tuve que volver a meter”.

El padre ha indicado que el coche se fue unos metros más abajo hasta que volvieron a enganchar y, a los pocos minutos, ya vieron a los agentes de la Policía Nacional, quienes le dijeron que se pusiese tranquilo, ya que enseguida iban a sacarlos de allí. 

Por su parte, el bombero que actuó en el operativo ha declarado ante los medios que se acercó al coche con dudas porque "no sabían que desde la otra orilla se podía acceder". "Cuando vi a los compañeros de la Policía Nacional que estaban en la otra orilla, directamente con la cuerda con la que yo estaba asegurado, sacamos a las tres personas", ha añadido. 

Los policías han regalado unas camisetas a los menores, y éstos les han escritos unas cartas de agradecimiento a los equipos de emergencia. 

Tal y como adelantó en primicia Crónica Balear, el suceso tuvo lugar el pasado martes sobre las 21.00 horas. En ese momento, la familia iba con el coche por camí Son Anglada cuando cruzaron por el torrente de Sa Riera, que normalmente suele estar seco.

Aquella noche iba con bastante agua, por lo que al intentar cruzarlo, fueron arrastrados unos 300 metros hasta llegar a las inmediaciones de la urbanización de Ca na Verda, conocida como ‘El Hoyo’.

Afortunadamente, pudieron avisar a los equipos de emergencia. Hasta la zona se desplazó medio centenar de efectivos de emergencia, entre Bomberos de Palma, Policía Nacional, Policía Local, así como dos ambulancias del SAMU 061 y de Falck.

En el lugar se vivieron momentos de mucho nerviosismo. De hecho, cuando los rescataron, algunos familiares que estaban por allí comenzaron a aplaudir a los equipos de emergencia.

Los tres tenían hipotermia, por lo que les pusieron mantas térmicas y los trasladaron a un centro hospitalario de Palma.