El violador en serie de Beasain envió a una de sus víctimas un vídeo de la agresión editado con música

EP | 15/02/2022

Asistentes al juicio del acusado por una presunta agresión sexual en el municipio guipzucoano de Lasarte Oria , en la la Audiencia Provincial Gipuzkoa

El presunto violador en serie de Guipúzcoa, juzgado el mes pasado por una agresión sexual en julio de 2019 en Beasain y ahora por otra en Lasarte-Oria el 1 de enero de 2015, envió uno de los vídeos de agresiones sexuales, que le fueron incautados por la Ertzaintza tras su detención, editado con música y texto, a una de sus víctimas.

Los investigadores de la Ertzaintza, que investigaban a un presunto violador en serie en Gipuzkoa, han desvelado en la segunda sesión de esta nueva vista, que se desarrolla desde el pasado lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, que en el ordenador portátil y pendrives incautados al acusado se encontraron vídeos y fotografías de otras víctimas desconocidas hasta entonces para ellos.

En concreto, el ordenador y los pendrives fueron incautados tras su detención en julio de 2019 en una empresa de Lazkao en la que estaba trabajando, después de realizarle seguimiento como sospechoso de la agresión sexual de Beasain y comprobar que su perfil genético coincidía con el de agresiones sexuales perpetradas en Gipuzkoa "al menos desde 2012",

Así lo ha explicado un agente perteneciente a la unidad de investigación criminal de la Ertzaintza que ha declarado en esta vista por una violación presuntamente cometida por el acusado, de 37 años y origen rumano y al que se le atribuyeron otras agresiones cometidas en localidades de Gipuzkoa como Lasarte-Oria, Andoain o Irura desde 2012.

Según ha indicado, las mujeres que aparecen en estos "explícitos" vídeos y fotografías de actos sexuales no consentidos, fueron agredidas sexualmente a partir de 2015 en domicilios y no habrían denunciado las violaciones, al parecer solían ser familiares de compañeros de trabajo del acusado de los que obtenía información sobre ellas e incluso a los que sustraía llaves de sus domicilios.

Los agentes han señalado que en las grabaciones identificaron a "cuatro víctimas más, con varias agresiones a cada una, a alguna de ellas hasta en 11 ocasiones", de las que no tenían constancia en las denuncias investigadas.

Con algunas de ellas repitió las agresiones sexuales "hasta en once" ocasiones y aparecen tendidas en camas "inconscientes, como dormidas", mientras el acusado "las mueve y las penetra vaginal y oralmente".

Además, los investigadores de la Ertzaintza han relatado que el presunto agresor llegó a enviar uno de esos vídeos, "editado con texto y música", a una de esas mujeres, víctima de la agresión grabada, al parecer con el teléfono móvil del acusado, con "total control" del dispositivo con el que hacía la grabación, "portándolo en su mano y sabiendo perfectamente lo que hace", de forma que no se percibe que le fallara el pulso o cualquier otro movimiento que podría tener una persona bajo los efectos del alcohol o alguna sustancia estupefacientes. "No se le ve ebrio", han incidido los agentes.

El agente perteneciente a la policía judicial de la Ertzaintza especializado en la investigación de agresiones sexuales en serie ha indicado que desde marzo de 2015 hasta julio de 2019 no tuvieron constancia de ninguna denuncia de agresión sexual que coincidiera con la forma de actuar del sospechoso al que investigaban, lo que se explicaría porque pasó de perpetrarlas en la vía pública a hacerlo en domicilios, como se ve en los vídeos, ya que "había perfeccionado su forma de actuar". También ha citado las búsquedas online realizadas por el acusado desde su portátil sobre cómo usar cloroformo para dormir a personas.

Asimismo, ha destacado que antes de pasar a actuar en domicilios siempre consumaba las agresiones sexuales "en lugares oscuros, de noche" y "en la mayoría con un lugar desde donde podía observar si venía gente o una mujer sola", como, por ejemplo, "donde volvían de fiesta o se bajaban de un autobús". "El de Lasarte era el sitio ideal para estar esperando y conocía muy bien todas las zonas donde agredía", ha apuntado.

COPA DE SUJETADOR

En la sesión también han comparecido, como testigos, varios agentes de la Ertzaintza que han relatado que en las inmediaciones de donde se produjo la agresión sexual ahora juzgada, en Lasarte-Oria cerca de la estación de Euskotren de este municipio y el domicilio de la víctima que volvía de celebrar la Nochevieja con sus amigos desde un bar de la localidad, se encontraron varias evidencias como un calcetín, una copa de sujetador impregnada en cloroformo que fue usada por el atacante para dormir a su víctima y una pulsera de ésta. En las pruebas se halló perfil genético del acusado, así como pelos de la víctima en la copa de sujetador.

Asimismo, han relatado que del análisis de los vídeos de las cámaras de seguridad de Euskotren se desprende que un varón, con "pantalón gris y sudadera oscura" y el pelo "corto y moreno", estuvo "merodeando" por la zona hacia las siete de la mañana, primero "con la capucha de la sudadera quitada y luego puesta", que mira hacia atrás y en un momento "hace gesto como de sacar algo del bolsillo".

En estas grabaciones también aparece la víctima, que se identificó ella misma al verse en el vídeo. El análisis con un software especializado para policía forense permitió estimar la altura del presunto agresor "en un metro 74 centímetros, con un margen de error de tres centímetros más o menos".

Uno de los agentes ha relatado que este dato permitió "descartar a otros muchos sospechosos y corroboraba que era el mismo autor" de otras agresiones que se venían investigando desde 2012 "por lo menos", con el mismo 'modus operandi'. Además, se ha desvelado que el 1 de enero de 2014, un año antes, en el mismo lugar fue asaltada "de la misma forma, por la espalda y poniéndole un trapo mojado en la cara".

Por otro lado, la Ertzaintza también pudo comprobar que el teléfono del acusado estaba bajo la cobertura de la antena de telefonía de la zona de Lasarte-Oria en la que se produjo la agresión del 1 de enero de 2015 a la hora de los hechos, pese a que, por entonces, "vivía en Beasain".

Tras las testificales y periciales de este martes se prevé que las conclusiones del juicio se hagan públicas este miércoles de forma que quede visto para sentencia. Por este caso el hombre se enfrenta a una petición fiscal de once años de prisión, mientras que la acusación particular eleva su solicitud de pena hasta los doce años de cárcel.

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Comentarios

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  • Fausto - 16 de Febrero de 2022 a las 07:50
    Als monstres violadors , castració! La societat no necessita d’aquesta genètica. A aquest, castració i expulsió al seu país!
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  • Joker - 15 de Febrero de 2022 a las 19:26
    La inmigracion no trae delincuencia(otro mas a la lista).
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