El SUP se personará en la causa contra el clan que agredió a la familia de un Policía Local de Inca

El Sindicato Unificado de Policía se personará como acusación contra los individuos que agredieron a la familia de un Policía Local de la localidad de Inca.

Denuncian que el principio de autoridad en este país se está perdiendo: "Llevamos años defendiendo a Policías que han sido brutalmente agredidos, los éxitos jurídicos avalan nuestro trabajo, pero lo que nos faltaba por ver, y no vamos a permitir bajo ningún concepto es que nuestros familiares se vean afectados, amenazados y coaccionados por nuestro trabajo. No lo vamos a consentir y pondremos todos los recursos necesarios para defender a los nuestros".

En consecuencia, se presentarán como acusación particular en la causa a través del abogado penalista Eduardo Luna para exigir la máxima condena penal y civil.

Tal y como adelantó Crónica Balear, el suceso ocurrió el pasado jueves, 14 de septiembre, sobre las 20.00 horas.

Un Policía Local de Inca, que se encontraba con su familia en casa, tras escuchar un fuerte ruido se dirigió a la habitación de sus hijas pensando que éste procedía de allí.

Cuando entró para comprobar lo sucedido, una de las niñas, menores de edad, le explicó que ambas habían visto por la ventana cómo dos chicos acaban de romper los retrovisores de su coche y habían huido.

Rápidamente los progenitores salieron de casa en su búsqueda; la madre caminando y el policía en su vehículo cuando, a pocas manzanas, dio con uno de los presuntos autores.

Se trataba de un menor de 12 años por lo que dio aviso a una patrulla de la Policía Local y le retuvo hasta que los agentes llegaron y le trasladaron hasta el cuartel.

Una vez allí y puesto que según la ley el menor es inimputable, llamaron a sus padres / tutores para ponerles al corriente del caso.

El padre del niño retenido fue a buscarle, pero al cruzar la puerta de las dependencias de la Policía Local "comenzó a gritar y a proferir todo tipo de insultos y amenazas" por lo que fue denunciado por las autoridades.

AMENAZAS E INSULTOS TAMBIÉN POR PARTE DEL CLAN

Entre tanto, mientras la mujer del policía se dirigía a las dependencias de la Guardia Civil a interponer denuncia, y éste a comparecer para dar informe de lo acontecido, una de las niñas llamó llorando a su madre asegurando que “una decena de personas" estaban intentando "tumbar la puerta de casa y amenazando de muerte a la familia”.

Rápidamente, la madre acompañada por varias patrullas de la Guardia Civil fue hacia el domicilio al tiempo que llamaba a su marido que, igualmente, se encaminó hacia la vivienda junto a la Policía Local de Inca.

Cuando llegaron, una de las las hijas explicó que ya se habían ido. No obstante, dado que vio hacia dónde se dirigían, los agentes se desplegaron por la zona para tratar de localizar a los autores de las amenazas.

LA MUJER DEL POLICÍA, A PUNTO DE SER APUÑALADA

La mujer del policía aún estaba en la puerta de la casa esperando a su marido, cuando de un coche bajaron dos individuos visiblemente alterados.

Uno de ellos, tras desgarrarse la camisa, no dudó en empuñar un cuchillo al grito de “te voy a matar a ti toda la familia. Tú eres la mujer del policía que ha cogido a mi hijo”.

Presa del pánico, la mujer no percibió que el otro se dirigía hacia ella por la espalda hasta que un hombre, que se encontraba en ese instante paseando con su hijo y el perro, al presenciar la escena corrió rápidamente en su auxilio y tumbó al individuo que estaba a punto de agredirla. Al parecer, se trataba de un agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio. 

Por su parte, el marido (policía) que en ese momento llegaba a la casa retuvo al otro agresor.

Los detenidos fueron trasladados al cuartel de la Benemérita, al tiempo que miembros del clan se personaban en las dependencias pidiendo la liberación de ambos.

Finalmente, los dos hombres pasaron a disposición judicial y se les impuso una orden de alejamiento.

Por su parte, las niñas, dada la situación vivida y después de haber presenciado desde la ventana como su madre era amenazada, sufrieron un fuerte ataque de ansiedad por lo que sus padres se vieron obligados a llevárselas unos días a un pueblo cercano con otros familiares.