"Cada día la misma historia, esto parece un manicomio. No se puede descansar"
Irene R Aguado | 08/07/2021
"Cada día la misma historia, esto parece un manicomio. No podemos descansar". Son palabras de los vecinos del Paseo Marítimo, nuevo punto de encuentro para los botellones multitudinarios en Palma.
Tomeu, el presidente de una de las comunidades de vecinos afectadas en la calle Gabriel Roca, ha explicado a Crónica Balear el tormento de más de 40 familias que viven a diario las consecuencias más directas de los botellones en Palma.
Suciedad, ruido y desmadre todas las noches al pie de su casa, como si el centro neurálgico de las fiestas ilegales en Palma se hubiera trasladado a su finca.
"Ya hace casi un mes que esto pasa cada día", asegura. "Y lo más grave es la situación sanitaria", lamenta, al tiempo que afirma que Mallorca no vive una situación epidemiológica como para permitir la juerga sin control.
Desesperado, ha explicado que cuando cae la noche y se empieza a aglomerar gente debajo de su casa, no consigue que la Policía Local acuda para actuar en el lugar: "La mayoría de veces no me contestan. Y cuando consigo que me respondan, me dicen que no tienen medios, que solo hay dos patrullas verdes y que no dan abasto".
Noche tras noche, decenas de jóvenes se aglomeran en la zona sin distancia ni mascarilla y empiezan a beber alcohol, gritar y cantar mientras los vecinos, pocos metros más arriba, contemplan la situación con la impotencia del que no puede hacer nada.
Pocas horas antes de la noche, el ambiente empieza a caldearse en las terrazas de la Plaza del Pont. Poco a poco, los jóvenes van llegando y consumiendo alcohol hasta que se terminan produciendo escenas como la de las imágenes.
LAS TERRAZAS DE PLAZA DEL PONT, DE DUDOSA LEGALIDAD
Por si esto fuera poco, el presidente de la comunidad de vecinos ha revelado que la plaza no ha sido recepcionada por el Ayuntamiento de Palma, por lo que no es de titularidad pública. Esto quiere decir que el Consistorio no puede autorizar la ocupación privativa porque no es un espacio municipal y que, por tanto, allí no puede haber terrazas.
Así lo ha explicado Tomeu, uno de los responsables de reunir y preparar la documentación que presentarán al Juzgado por esta causa. Y es que, no solo pone en duda la legalidad de las terrazas ubicadas en esta plaza; también ha asegurado que son los puntos de origen de la juerga nocturna noche tras noche.
"Yo no sé si van borrachos o drogados, pero esto parece un manicomio", ha añadido el portavoz, que asegura que desde su balcón ha visto como los jóvenes esconden alcohol y drogas en las escaleras de la plaza y empiezan a repartirlo una vez entrada la medianoche para suministrar el botellón.
Ha insistido en que el punto de mira quiere ponerlo en la situación sanitaria; más allá del sufrimiento de los vecinos o de la legalidad de las terrazas, el botellón en plena vía pública pone en peligro la salud y el bienestar de los ciudadanos; un panorama que ha acabado agotando a los vecinos del Paseo Marítimo de Palma.
EL REGRESO DEL BOTELLÓN AL PASEO MARÍTIMO
El pasado fin de semana, ante el blindaje policial de los polígonos de Palma, el punto caliente de los botellones se desplazó al Paseo Marítimo.
Pese a que hace varias semanas que la calle Gabriel Roca es el escenario de la juerga nocturna, el pasado fin de semana llegó a su punto álgido de descontrol, fiesta, ruido y mucho alcohol en plena vía pública.
El pasado domingo, el escándalo se prolongó hasta las 2:30 horas de la madrugada, hasta que numerosas quejas de vecinos de la zona consiguieron que tres unidades de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma e inspectores del Govern se desplazaran para disipar las aglomeraciones.
Sin embargo, las patrullas apenas pudieron identificar a una pequeña parte de los participantes. La gran mayoría de ellos huyeron del lugar a la carrera al advertir la presencia policial. Dos jóvenes fueron sancionados por una infracción por deterioro grave de la tranquilidad. Se enfrentan a multas de entre 1.500 euros y 3.000 euros.
DISPOSITIVO ANTIBOTELLÓN REFORZADO PARA ESTE FIN DE SEMANA
Para este próximo fin de semana, la Policía Local de Palma tratará de evitar que se repitan estas escenas con un dispositivo antibotellón reforzado.
El operativo contempla el cierre de calles y controles de accesos en determinados puntos de la ciudad, además de controles de alcoholemia, con el fin de evitar aglomeraciones y situaciones que pongan en riesgo la situación sanitaria.
El dispositivo comienza este mismo jueves y se extiende hasta el sábado. Se intensificará la vigilancia en zonas como polígonos, Playa de Palma, zona centro y barrios como Santa Catalina. Estas medidas también se aplicarán en los contextos de ocio y entretenimiento de la ciudad, como conciertos.