Una periodista británica finge estar borracha en Magaluf y graba como la acosan sexualmente

Un documental ha destapado la terrorífica realidad que esconde Magaluf gracias Ellie Flynn, conocida por hacer investigaciones encubiertas. La periodista viajó a Mallorca con el objetivo de mostrar al mundo el lado oscuro del turismo y el acoso sexual que sufren las mujeres en esta famosa zona de la isla. 

En Magaluf Undercover – Predators & Parties, Ellie se hace pasar por una turista borracha, grabando en secreto a hombres que se le acercaban en discotecas y en la playa. Aunque estaba preparada para enfrentarse al acoso sexual de los hombres, ha asegurado que lo que vivió fue mucho peor de lo que había imaginado.

Ellie ha asegurado a varios medios de comunicación británicos como 'Metro, 'The Sun' o 'Daily Mail' que muchos hombres "actúan en grupo". Una de las situaciones más terribles fue cuando un hombre se acercó a ella y este le preguntó "¿Estás bien, quieres hablar un rato?". Ella asegura que está bien y el hombre continúa: "Eres mi última oportunidad, ¿quieres besarme un poco?". Al negarse, este se gira a su amigo y le dice: "Está completamente borracha. ¡Vamos a por ella". 

Después, un tercer hombre se acerca a Ellie y le dice: "Si quieres puedo hacerte compañía". La llegada de esta persona, asustó "de verdad" a la periodista: "Había visto a los primeros dos juntos, pero la cuando apareció el otro de repente, el no saber si estaban juntos fue suficiente para que señalara a seguridad para que me sacaran", asegura. 

Este comportamiento coordinado, junto con el acoso constante, la hizo sentir insegura: "Salí de la playa molesta y asustada, sintiendo que había experimentado un intento orquestado de atacar a mujeres borrachas y solas en una noche de fiesta en Magaluf. Sorprendentemente, esto no fue un incidente aislado, sino un patrón que se repitió durante mis tres noches en la ciudad". 

En su primera noche filmando, captó a un grupo de hombres observándola durante diez minutos mientras ella fingía estar borracha fuera de un local de comida rápida. Cuando tropezó para alejarse, uno de ellos hizo una señal a su compañero y la siguió antes de preguntarle si estaba bien. A pesar de haberla visto acompañada poco antes por una compañera, este le preguntó repetidamente por qué estaba sola, dónde estaban sus amigas y "sugirió que podría ayudarme, todo mientras me decía que era hermosa y se acercaba mucho más de lo que me sentía cómoda", explica Ellie.

En otra ocasión, un hombre la manipuló para que se sintiera segura para tocarla sin su consentimiento. "Incluso siendo una periodista sobria, investigando esto, me sentí confundida", reflexionó. "¿Cómo se supone que las mujeres deben enfrentarse a estas situaciones cuando incluso yo, haciéndolo de forma profesional, no estaba segura?"

En una encuesta independiente realizada como parte del documental se preguntó a más de 500 adultos jóvenes sobre sus experiencias de fiesta mientras estaban de vacaciones y reveló los siguientes datos:

• Casi una cuarta parte de los encuestados dijo haber experimentado agresión sexual, de entre las cuales casi 1 de cada 10 mujeres aseguró haber vivido abuso sexual, incluida la violación.
• Casi el 35% de las mujeres reconocieron haber vivido tocamientos sexuales sin consentimiento.
• 1 de cada 5 hombres encuestados admitió haber tocado los genitales de una desconocida sin su consentimiento. 
• Más del 30% de los hombres encuestados admitieron haber besado a alguien sin su consentimiento.
• Casi una cuarta parte de los hombres creían que si alguien bailaba o estaba de pie solo significaba que estaba buscando tener sexo.
• El 33% de las mujeres reportaron haber sido seguidas.
• Casi el 40% de las mujeres encuestadas sintieron que se aprovechaban de ellas.
• Más de 1 de cada 4 hombres creían que si alguien les hablaba de fiesta, querían tener sexo con ellos.

Aunque el trabajo de Ellie es esencial, también pone de manifiesto un problema cultural más grande. "Se asume que cuando oyes hablar sobre una agresión sexual, es un caso aislado", señaló. "Pero es un problema sistémico. Hay grupos de hombres atacando a mujeres borrachas, y se ha normalizado". El riesgo que enfrentan las mujeres en las vacaciones de fiesta es mucho mayor que el de los hombres, cuya despreocupación contrasta con la constante amenaza que sufren las mujeres, insiste la periodista.

Ellie no está sugiriendo que las personas dejen de ir a este tipo de vacaciones, pero sí hace un llamado a un cambio cultural en el que el consentimiento sea la norma y la culpabilización de las víctimas se elimine por completo. "Quiero que los hombres vean este documental y reconozcan que las mujeres tienen una experiencia completamente diferente", insta. "Necesitamos que los hombres denuncien comportamientos inapropiados cuando los vean y cambien esta cultura".

Ellie no fue sola a Magaluf, en realidad tenía a ocho miembros del equipo cerca, vigilando todo lo que ocurría, incluidos dos hombres de seguridad entrenados. Además, establecieron señales con las manos y palabras clave, en caso de peligro. También se preparó con profesionales para asegurarse de pasar desapercibida, comportándose de forma que no imitara a una persona borracha cualquiera, sino que recordase sus propias experiencias.

"Cuando era joven, era muy fácil restarle importancia y pensar 'Ese tipo era raro'. Te ríes, lo olvidas y sigues adelante", asegura la periodista. "Tenía una amiga que siempre se peleaba con los chicos que le tocaban el culo en las discotecas y yo solía pensar, 'No puedes pelearte con todo el mundo'. Ahora me parece una locura que alguna vez pensara que estaba bien dejar que eso ocurriera", lamenta. "No me di cuenta de que era un problema porque era muy común".

A pesar de todo, su mensaje es claro: no todos los hombres son depredadores sexuales, pero existe una cultura generalizada que necesita cambiar, una donde las mujeres dejen de ser las que más sufren el acoso y la agresión sexual.

El documental se puede ver a través de a través de Channel 4 o en YouTube.