Detienen a un joven por el incendio en el edificio 'okupa' de la calle Manacor
Esther Ballesteros | 27/09/2021
La Policía Nacional ha detenido a un joven de 20 años como uno de los presuntos autores del incendio registrado anoche en el edificio 'okupa' de la calle Manacor, en Palma.
Tal como han informado fuentes a Crónica Balear próximas a la investigación, sobre el arrestado pesan un delito de robo con violencia en grado de tentativa e incendio. Además de este joven, habría una segunda persona supuestamente implicada en los hechos.
El hombre se habría dirigido hasta el lugar, en el que residía, y, según las pesquisas, inició una fuerte discusión con otra de las moradoras, a quien le había exigido una serie de enseres personales. Tras negarse a entregarle efecto alguno, el joven comenzó a intimidarla y, junto a la otra persona con la que se encontraba, prendió fuego al edificio.
Ante el temor por lo sucedido y la intensidad de las llamas, la mujer se encaminó hasta la azotea de la finca para refugiarse y una vez allí empezó a pedir auxilio. De inmediato, varias patrullas de la Policía Nacional se desplazaron hasta la zona junto a dotaciones de los Bomberos de Palma, que con una escalera lograron rescatar a la víctima.
Tras ello, los agentes comenzaron a rastrear las inmediaciones hasta que, finalmente, localizaron al ahora detenido, de nacionalidad argelina. Mientras tanto, todos los moradores fueron desalojados del edificio y, de hecho, esta mañana, cuando intentaban acceder de nuevo al edificio para recuperar sus objetos personales, se les ha prohibido la entrada dado que el inmueble se encuentra precintado.
Ahora, efectivos de la Policía Científica deben llevar a cabo una inspección ocular para aclarar lo sucedido. También está previsto que técnicos del Ayuntamiento de Palma también acudan hasta el lugar teniendo en cuenta que una parte del edificio se encuentra oficialmente declarada en ruinas y desde Cort aconsejan derruirla. Las investigaciones para esclarecer los pormenores del incendio, por tanto, continúan abiertas.
En concreto, el fuego se declaró sobre las 20.00 horas de ayer en el tercer piso del inmueble. Vecinos y transeúntes dieron rápidamente la voz de alarma y, en apenas minutos, bomberos, Policía Local de Palma y patrullas de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar. También acudió una ambulancia.
Los bomberos accedieron al edificio, donde aún quedaban algunas personas. Una víctima de los hechos tuvo que ser trasladada en ambulancia a un centro hospitalario por intoxicación de humo. Sin embargo, su estado no revestía de gravedad.
El fuego se dio por extinguido entorno a las 21.15 horas y, poco después, se reabrió al tráfico la calle Manacor.
Se trata del edificio número 63 de la calle Manacor que, según los informes de los técnicos de Cort, presenta "importantes problemas de estabilidad estructural" aunque en la actualidad se encuentra 'okupado' ilegalmente.
MIEDO ENTRE LOS VECINOS
Precisamente, alrededor de una decena de vecinos se concentraron el pasado sábado frente a las puertas del inmueble para denunciar que desde que lo ocuparon, en abril, las peleas, los gritos y la suciedad van a más en el barrio.
Una situación que se ha intensificado en las últimas semanas, con un aumento de agresiones y robos en la zona. Una vecina aseguraba a Crónica Balear la semana pasada bajar por la noche con miedo, “siempre con el teléfono en la mano para pedir auxilio”. Preguntada por el porqué de tanto reparo, aseguraba: “¿Cómo no tenerlo con lo que se ve y se oye allí dentro: peleas, gritos, robos...?”. “Tampoco aparcamos los coches por ahí, porque te los dejan destrozados”, explicaba Roberto, propietario de un piso cercano al edificio okupa. “Y la basura la tiramos ahora en el contenedor de enfrente”.
“Es vergonzoso. Incluso lanzan papel higiénico usado por la ventana. Hay una montaña de papeles justo debajo de su ventana. Ha llegado un punto ya en el que la situación es insostenible”, mantenía otro residente que salió a protestar el pasado sábado.
La docena de vecinos congregados reclamaban incrementar la presión vecinal y mediática y presionar así al Ayuntamiento para que tome cartas en la supuesta "demolición inminente" del inmueble.
