Denuncian la desaparición de fondos de la cuenta de una anciana tras fallecer en una residencia de Palma

Esther Ballesteros | 02/11/2019

Cinco nietos de una mujer que, hasta su muerte el pasado mes de marzo a los 91 años, permanecía ingresada en la residencia pública Bonanova, en Palma, han denunciado la retirada de 2.200 euros de la cuenta corriente de la anciana, una vez fallecida, por parte de una persona a la que ninguno de ellos conocía.

Los familiares se percataron de este hecho después de que uno de ellos acudiese a la oficina bancaria en la que la mujer tenía domiciliadas su cuenta corriente y su pensión.

Según relatan en su denuncia, a la que ha tenido acceso Crónica Balear, el personal de la entidad bancaria le manifestó que en la cuenta figuraba como autorizada otra mujer de la que ninguno de los nietos había oído hablar y que, tras el fallecimiento de la anciana, había retirado dinero de la cuenta en dos ocasiones.

Tras tener conocimiento de ello, la nieta que había ido al banco se dirigió de inmediato a la residencia, donde se entrevistó personalmente con una de sus trabajadoras sociales. Al ser preguntada por el nombre que figuraba en la cuenta corriente de su abuela, la empleada aseguró no conocerla, aseverando que la anciana no tenía ningún cuidador más allá de los trabajadores de la propia residencia.

La nieta decidió entonces solicitar el registro de las últimas visitas recibidas por su abuela en el centro. Una vez en sus manos, la denunciante constató que desde el 5 de febrero de 2017 hasta el 26 de marzo de 2019, día en que murió su abuela, aparecían visitas constantes de la mujer cuyo nombre figuraba en la cuenta corriente y de un hombre a quien los nietos tampoco conocían.

Después de que la trabajadora social asegurase no conocer a ninguno de los dos visitantes, la nieta, lejos de convencerse, optó varios días después por llamar por teléfono a la residencia.

Un vigilante de la residencia de Palma arroja luz

En esta ocasión habló con uno de los vigilantes de seguridad del centro. Interpelado por los hechos, le reveló que la mujer que figuraba en el registro de visitas es la encargada de la cafetería del centro y el hombre que le acompañaba, la pareja de aquélla. Según le explicó, ambos eran cuidadores de la anciana.

La información obtenida llevó a otro de los nietos a personarse de nuevo en la entidad bancaria para reclamar los movimientos bancarios del último año. A lo largo de ese tiempo aparecieron pagos en efectivo que ascendían a más de 3.500 euros, de los que 2.200 fueron retirados una vez fallecida la anciana en sendos importes por 1.800 y 400 euros.

Los nietos aseguran en su denuncia que el cuidador que visitaba a su abuela tenía “pleno conocimiento” de la muerte de la anciana. No en vano, pocos minutos después del fallecimiento de ésta, el hombre publicó en su perfil de Facebook una foto de la finada acompañada por un mensaje: “Descansa en paz, Andreíta”.

A raíz de los hechos, los familiares decidieron ponerlos en conocimiento de la Policía Nacional. Las pesquisas se encuentran ahora en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma.

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