Condenan la agresión al vigilante de seguridad por parte de una familia en Son Espases
"Los vigilantes de seguridad, en cada intervención que realizan, arriesgan su integridad física simplemente por hacer su trabajo"
Redacción | 23/07/2024
La Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de la USO en las Islas Baleares ha condenado la agresión a un vigilante de seguridad de Son Espases por parte de una familia de etnia gitana.
"Los vigilantes de seguridad, en cada intervención que realizan (y que son muchas), arriesgan su integridad física simplemente por hacer su trabajo. Entendemos que la indefensión jurídica de los vigilantes de seguridad provoca dichas agresiones, además de la falta de medios y/o efectivos en la mayoría de los casos, ya que la seguridad privada se contrata únicamente con un criterio: el económico. Nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato", denuncian.
Por último, declaran que no es aceptable que los vigilantes de seguridad no tengan el carácter de Agente de la Autoridad, lo que permitiría que dichas agresiones sean sancionadas por atentado contra los agentes de la autoridad y no como un simple juicio por lesiones.
"Además, llevamos más de 10 años sin Reglamento de Seguridad sin que este sector sepa el porqué. Por todo ello, de nuevo volvemos a condenar públicamente esta última y todas las agresiones sufridas por los vigilantes de seguridad, e instamos al gobierno a un cambio normativo que, al menos, sancione adecuadamente las mismas", concluyen.
Cabe recordar que el suceso tuvo lugar el pasado miércoles por la noche tras fallecer un bebé de dos meses.
El menor, el cual estaba ingresado en la UCI Pediátrica del citado centro hospitalario, falleció el miércoles, pese a que el personal médico hizo todo lo posible por salvarle la vida.
Cuando se lo fueron a comunicar a sus familiares -unas 30 personas de etnia gitana y residentes en Inca-, éstos acusaron a los médicos de negligencia y la mayoría de ellos, unos 20, irrumpieron a la fuerza en la UCI.
Un vigilante de seguridad trató de impedir que no siguieran su recorrido por esta zona tan sensible del hospital de referencia de Baleares, pero los familiares le agredieron con puñetazos.
En cuanto los trabajadores les informaron de que habían llamado a la Policía, éstos se asustaron y salieron corriendo de la UCI.
Hasta el centro hospitalario se acercaron los antidisturbios de la Policía Nacional, pero, una vez en el lugar, los familiares violentos ya no se encontraban por la zona.
El malestar entre los trabajadores de Son Espases es mayúsculo e insisten en que no se puede permitir que un grupo de personas agresivas entren en una UCI, poniendo en peligro la vida de los pacientes que se encuentran en ella.
Ante esta situación, los médicos han decidido que cuando tengan que comunicar este tipo de noticias a personas de etnia gitana lo harán acompañados de policías.