Condenan a un indigente que intentó robar dos desodorantes de un supermercado de Palma y se encaró con el vigilante

Esther Ballesteros | 22/11/2020

Imagen de archivo

Un Juzgado de Palma ha condenado a once meses de cárcel a un indigente que intentó robar dos desodorantes de un supermercado y, tras ser interceptado por el vigilante de seguridad, le propinó varios empujones. La sentencia tiene en cuenta que el hombre padece trastorno depresivo y es adicto al consumo de alcohol, lo que disminuía, sin llegar a anularlas, sus facultades intelectivas y volitivas. Tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por el guardia, llegaron a solicitar dos años y medio de prisión para el inculpado.

Los hechos se produjeron la tarde del 5 de marzo de 2019 en un supermercado de la calle Cotlliure. La resolución considera probado que el acusado se acercó a la zona de cajas, rebasándola, sin pagar los dos productos. Tras detectarlo el vigilante y pedirle que devolviese los artículos que llevaba ocultos entre su ropa, el hombre, en tono amenazante, le espetó: "me dejas ir o te doy".

Según la sentencia, el sintecho comenzó a propinar empujones al guardia, quien pudo retenerle hasta la llegada de la Policía Nacional. Los dos desodorantes fueron recuperados y el supermercado no ha formulado ningún tipo de reclamación.

Como consecuencia de los forcejeos, el vigilante de seguridad sufrió hiperextensión cervical con cervicalgia que precisó para su curación de una primera asistencia médica, unas lesiones por las que el condenado deberá indemnizarle con 80 euros.

Durante el juicio, el inculpado manifestó que, cuando acudió al establecimiento, cogió dos botes de desodorante, si bien aseguró no recordar de forma exacta los pormenores debido a su adicción al alcohol como tampoco el hecho de haberse encarado con el vigilante. Este, por su parte, explicó que ya conocía al acusado de otros hurtos en el supermercado y señaló que ese mismo día ya había entrado varias veces.

La víctima recordó que sobre las 18.00 horas vio cómo el indigente se introducía dos desodorantes, pasó la línea de caja y lo interceptó porque no los había pagado. Relató que el inculpado no se dejaba registrar, se mostró agresivo y le amenazó, toda vez que cogió su bicicleta y se la lanzó. La defensa sostiene, por el contrario, que la única intención del hombre al agarrar la bici era marcharse del lugar. El vigilante señaló además que sabía que el sintecho es consumidor de tetrabriks de vino. La cajera que estuvo presente en el momento de los hechos corroboró la versión del vigilante.

La sentencia reconoce como circunstancia atenuante que el acusado padece una adicción al consumo de alcohol de largo recorrido, lo que reduce, sin llegar a anularlas, sus facultades intelectuales y volitivas, tal como han acreditado el informe del médico forense así como la declaración del psiquiatra del acusado, de los testigos propuestos por el vigilante y de un policía nacional que intervino en los hechos.

En concreto, sobre el inculpado pesa un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa así como un delito leve de lesiones. La sentencia le prohíbe, además, acceder al establecimiento durante un año y le impone una multa de 60 euros. Al ser la pena de prisión inferior a doce meses, esta no podrá ser sustituida por su expulsión del territorio nacional, como reclamaban las acusaciones.

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Comentarios

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  • JJ. - 22 de Noviembre de 2020 a las 20:26
    Dos desodorantes , que raro , si hubiesen sido dos tetrabriks de Don Simon , cuadra mas.
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