"Quería despedirme de mi familia", el pánico que se vivió durante el aterrizaje frustrado en Palma
La aeronave sufrió feroces turbulencias, con descensos bruscos de varios metros, al intentar tocar tierra en pleno temporal de viento
Marina J. Ramos | 08/12/2024
Llantos, gritos y hasta rezos. Es lo que se vivió este sábado en un vuelo al tratar de aterrizar en el aeropuerto de Palma, en pleno temporal de viento. El vendaval provocó feroces turbulencias que hicieron estallar el pánico entre el pasaje. "Imaginé todas las situaciones posibles, incluso si llegaba a estrellarse, cómo poder escapar entre los amasijos. Se te pasa todo por la cabeza", declara uno de los afectados.
Viajaban en un vuelo de Ryanair procedente de Santiago de Compostela (Galicia) con destino a Palma. Salió de la capital gallega a las 18:45h de este sábado y la ruta transcurrió con total normalidad hasta la aproximación al aeropuerto de Son Sant Joan. A esa hora, Mallorca se encontraba en alerta naranja por un temporal de viento que dejó rachas de hasta 150km/h en el Cap de Formentor o 130km/h en Alfàbia. En este contexto, al tratar de aterrizar, el avión se vio azotado por fuertes rachas de viento. Según testimonios de algunos pasajeros, empezó a sacudirse y en varias ocasiones sufrió descensos bruscos de varios metros de altitud, lo que provocó el caos entre el pasaje.
En la cabina, se vivieron momentos de extrema tensión ante unas turbulencias que se salían de lo normal y que atemorizaron a gran parte de los viajeros. A apenas 100 metros de las pistas, la aeronave comenzó a vibrar y a moverse violentamente. Con el suelo ya a la vista, muy próximo, y la situación aparentemente descontrolada, reinó el pánico. "Parecía que se caía hacia abajo", describe uno de los pasajeros, quien, asegura que en ese momento varias personas empezaron a rezar. Él mismo confiesa a Crónica Balear que temió, como casi todos, el peor de los desenlaces: "Viajaba con mi hijo y solo pensaba que no me podía morir por él. Pero inevitablemente, piensas en cómo el avión va a tocar tierra, que probablemente explote o se vaya a romper. Imaginé todas las situaciones posibles, incluso si llegaba a estrellarse, cómo poder escapar entre los amasijos. Se te pasa todo por la cabeza", relata.
En medio de esa desesperación, convencido del inevitable final, estuvo a punto de enviar un mensaje a su mujer: "Solo quería despedirme de mi familia".
ATERRIZAJE FRUSTRADO
El avión no llegó a tocar tierra. El piloto decidió que era imposible realizar con seguridad un aterrizaje, debido a las fuertes rachas de viento que sufría Mallorca, por lo que abortó la operación y emprendió de nuevo el vuelo. Finalmente, fueron desviados hasta el aeropuerto de Valencia. Allí sí que se pudo aterrizar con normalidad, aunque dentro de la cabina se sucedieron los aplausos, los besos y los abrazos, incluso entre desconocidos. "Parecía que habíamos ganado la Champions".
El pasajero cuenta que "al llegar a Valencia, el piloto parecía súper tranquilo, como si no hubiese pasado nada". Algo que contrastaba en gran medida con el sentir del resto de pasajeros, con el miedo aún en el cuerpo. Les explicó que paraban para repostar y que en unos minutos emprenderían de nuevo el vuelo para tratar de aterrizar en Palma otra vez. Fue tal el terror vivido en aquellos momentos que la mayoría optaron por bajar de la aeronave, perder el vuelo y pagar de su bolsillo otro avión o barco para llegar a la isla. Fue el caso del pasajero que ha narrado a Crónica Balear este atípico vuelo. Pasó la noche en un hotel de Valencia, a la espera de regresar ya este domingo, porque "habíamos sobrevivido y no me quería arriesgar otra vez".
Al final el avión y los pocos (y osados) pasajeros que trataron de llegar a Mallorca acabaron de regreso en Galicia. El viento seguía azotando con violencia la Isla y tuvo que ser desviado de nuevo a destino. Ninguno de ellos durmió en Mallorca, como tenían previsto: unos en Valencia por sorpresa, otros aún en Compostela. Eso sí, todos con una anécdota que seguro que recordarán toda la vida.