Dos votantes de VOX ultracatólicos se enamoran en 'First Dates': "España está siendo muy tonta"

La búsqueda del amor llevó a Miriam, una educadora matrimonial de 31 años procedente de Paterna, Valencia, a sentarse en una de las mesas de 'First Dates', pero lo que comenzó como una simple cita terminó siendo un cúmulo de emociones, confesiones personales y, para muchos, una conversación que no dejó indiferente a nadie.

Miriam, la sexta de once hermanos y profundamente católica, llegó al programa con una idea clara: encontrar a alguien con quien formar una familia, casarse y compartir valores tradicionales. La educación religiosa y los fuertes lazos familiares son los pilares sobre los que ha construido su vida, y aspira a que su relación refleje esos mismos principios.

Abraham, conductor ferroviario de Majadahonda, Madrid, fue el afortunado que se sentó frente a ella esa noche. Desde el primer momento, ambos mostraron una conexión que dejó entrever que podrían ser almas gemelas. "Me ha gustado, es una chica guapa, alta, no la he visto ninguna imperfección. Ha sido flechazo", exclamó Abraham al conocerla.

Durante la cena, Miriam y Abraham comenzaron a abrirse y compartir aspectos más íntimos de sus vidas. Abraham reveló una dura historia familiar que conmovió profundamente a Miriam: “Mi madre murió cuando yo tenía dos años y hace tres años perdí a mi padre por cáncer”, contó Abraham, provocando una reacción emotiva en su cita. Miriam no dudó en preguntarle sobre su fe y cómo le había ayudado a superar estos momentos trágicos, a lo que Abraham respondió con firmeza: “Sé que desde el cielo mis padres me cuidan”.

El intercambio no terminó ahí. Miriam compartió su propia experiencia espiritual que marcó un antes y un después en su vida: "No le tengo miedo a la muerte. Yo lo que quiero es morirme y ser santa". A los 15 años, perdió por completo la fe, pero un viaje a Bosnia, llevado a cabo con cierto engaño por parte de una amiga, le cambió la vida. En ese lugar, volvió a encontrar a Dios: "Me desmayé y sentí el amor de Dios. Como si me quitaran el odio de repente del corazón y me empezaran a meter mucho amor. Y desde ahí, sé que Dios existe", contó emocionada.

Esta confesión dejó a Abraham completamente absorto: “Me estaba transmitiendo algo que no sé cómo explicar, pero me ha absorbido la historia”, afirmó, mostrando su admiración por la transformación que había vivido Miriam.

Pero si bien las historias personales conectaron emocionalmente a la pareja, fue la política la que realmente generó chispa en la conversación. Miriam, sin reservas, se describió como una acérrima votante de VOX, un partido político que suele dividir opiniones. Sin titubear, afirmó: “Mis amigas me dicen que es supermachista, pero yo no lo veo así. Hay que ser bueno, pero no tonto. España está siendo muy tonta”.

Esta declaración, que en muchos casos podría haber causado fricción, tuvo el efecto contrario en Abraham, quien admitió compartir las mismas ideas políticas: “Me está encantando tu postura, la comparto al 100%”, le confesó con una sonrisa. El hecho de que ambos comulgaran no solo en sus creencias religiosas, sino también en su visión política, cimentó aún más la conexión entre ellos. Esta sincronía en valores y creencias fue clave para que ambos consideraran continuar conociéndose después del programa.

A medida que la cita avanzaba, Miriam y Abraham encontraron en el otro cualidades que valoraban profundamente. Miriam destacó que Abraham le había parecido un hombre “bastante luchador” y que admiraba su historia de superación: “Me parece un tío bastante centrado y tenemos valores en común”, afirmó. Abraham, por su parte, no dudó ni un segundo al ser preguntado si quería seguir conociendo a Miriam: “Me ha parecido una chica 10, formal, seria y muy responsable”, expresó con seguridad.

Ambos decidieron darle una oportunidad a este romance que, además de basarse en una fuerte atracción física, encontró su fortaleza en una conexión profunda a nivel personal, espiritual y político.