¿Te han puesto los cuernos alguna vez? Estas son las probabilidades de que te los vuelvan a poner
Existen diferencias de opiniones entre los psicólogos sobre la reincidencia de una persona que ha engañado a su pareja
Penélope O. Álvarez | 07/10/2024
La infidelidad es uno de los temas más complejos y controvertidos en las relaciones de pareja. A lo largo del tiempo, ha sido motivo de discusión en la cultura popular, los medios de comunicación y, por supuesto, entre expertos en psicología. Las razones detrás de una infidelidad pueden variar ampliamente, desde la búsqueda de excitación o novedad hasta problemas no resueltos dentro de la relación. Sin embargo, una cuestión que surge con frecuencia es ¿si una persona ha sido infiel una vez, volverá a serlo?
Este debate no solo ha sido parte del imaginario colectivo, sino también del interés científico. Investigadores de la Universidad de Denver decidieron profundizar en esta cuestión mediante un estudio que analizó el comportamiento de 484 parejas heterosexuales no casadas, con edades comprendidas entre los 18 y 34 años. Según los resultados, aquellos que reconocieron haber sido infieles en relaciones pasadas mostraban hasta tres veces más probabilidades de repetir ese comportamiento en sus futuras relaciones. Estos hallazgos, recogidos por el diario Berliner Morgenpost, subrayan la posibilidad de que la infidelidad no sea un evento aislado, sino parte de un patrón de conducta.
No obstante, este enfoque predictivo sobre la repetición de la infidelidad no es compartido por todos los expertos. El psicólogo de parejas Rüdiger Wacker ha mostrado una postura más optimista en sus declaraciones al mismo medio alemán. Para Wacker, pensar que una persona que ha sido infiel siempre lo será no refleja la realidad del comportamiento humano. "Las personas cambian constantemente", afirmó, enfatizando que es un error convertir un acto específico en una etiqueta permanente. Según su visión, esta creencia ignora el potencial de aprendizaje y crecimiento personal que puede surgir tras una experiencia difícil como la infidelidad.
Wacker añadió que es fundamental recordar que, tras un episodio de este tipo, las parejas pueden trabajar juntas para reconstruir la confianza y evitar que la situación se repita. La clave, según él, reside en la comunicación y en llegar a acuerdos que fortalezcan la relación. De hecho, otros estudios psicológicos han demostrado que las parejas que superan una infidelidad suelen hacerlo a través de un proceso de reflexión conjunta, en el que ambos miembros evalúan qué falló y cómo pueden mejorar en el futuro.
¿POR QUÉ OCURRE LA INFIDELIDAD?
Más allá de si una persona que ha sido infiel es más propensa a reincidir, es importante considerar qué factores han llevado a esa persona a ser infiel. La insatisfacción dentro de la relación es una de las causas más citadas, ya sea a nivel emocional o sexual. Sin embargo, el contexto personal también desempeña un papel crucial. Personas con baja autoestima, que buscan validación externa, pueden sentirse tentadas a iniciar relaciones fuera de su pareja para llenar un vacío emocional o mejorar su autoimagen.
Un aspecto relevante que los investigadores han destacado es la diferencia entre la infidelidad emocional y la sexual. Mientras que algunos estudios sugieren que la infidelidad sexual puede estar motivada por el deseo de novedad o satisfacción física, la infidelidad emocional suele estar vinculada a la falta de conexión afectiva dentro de la relación.
Un elemento que también merece atención es la diferencia de género en las tasas y motivaciones de la infidelidad. Históricamente, se ha asumido que los hombres son más propensos a ser infieles, y en muchos casos esto ha sido respaldado por estudios que muestran mayores tasas de infidelidad masculina. Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que la brecha entre géneros está disminuyendo, especialmente entre generaciones más jóvenes. Curiosamente, las motivaciones pueden variar: mientras que los hombres suelen citar el deseo sexual como el principal motivo, las mujeres tienden a buscar conexiones emocionales fuera de la relación cuando se sienten insatisfechas o desconectadas de sus parejas.
En los últimos años, la aparición de aplicaciones de citas y las redes sociales ha transformado radicalmente la manera en que las personas se relacionan y, por ende, ha creado nuevas formas de infidelidad. Aparte de las aventuras físicas, las "micro-infidelidades", que incluyen acciones como coquetear en línea o mantener conversaciones íntimas con terceros, han generado un nuevo nivel de complejidad en las relaciones modernas. Este tipo de interacciones digitales, aunque no involucren contacto físico, pueden ser vistas como una traición emocional, lo que añade un nuevo desafío para las parejas en la era digital.
Si bien los estudios como el de la Universidad de Denver indican que la infidelidad pasada puede ser un predictor de comportamientos futuros, es esencial recordar que no hay reglas absolutas. La psicología del comportamiento humano es compleja y está influenciada por múltiples factores, desde las experiencias de vida hasta la capacidad de reflexión personal. Como sugiere Rüdiger Wacker, cada persona tiene el potencial de cambiar y aprender de sus errores, siempre que exista el deseo de hacerlo. En este sentido, reducir la infidelidad a una etiqueta que define a alguien puede ser contraproducente y limitar la capacidad de crecimiento dentro de una relación.
En última instancia, lo que parece ser clave para prevenir la repetición de la infidelidad es un enfoque en la comunicación honesta, la empatía y el trabajo conjunto para construir una relación más fuerte y resiliente. Cada relación es única, y aunque un historial de infidelidad puede ser un desafío, no necesariamente dicta el futuro si ambas partes están dispuestas a crecer y aprender juntas.