Los 9 límites del planeta
Estamos consumiendo y generando residuos a un ritmo que el planeta no puede soportar
Redacción | 02/09/2024

¿Piensas que el cambio climático es el único gran riesgo para nuestro planeta? Hay otras áreas igualmente críticas, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación química o la deforestación. Pero la esperanza es de color verde: aprender del éxito de la recuperación de la capa de ozono y hacer cambios en nuestro estilo de vida puede llevarnos hacia un futuro mejor.
¿NUESTRO PLANETA ESTÁ TRASPASANDO SUS LÍMITES?
La respuesta varía dependiendo de con quién hables. Algunos dirán que la tecnología lo salvará todo y otros, que el planeta va a colapsar y todo acabará en catástrofe. ¿En qué punto nos encontramos en realidad? ¿Cómo va a afectar la situación ambiental a nuestro consumo y estilo de vida?
Para responder a estas cuestiones hemos revisado las investigaciones más pioneras sobre este tema, las del Stockholm Center sobre Los límites del planeta. Estos científicos han identificado ciertos umbrales que, si se superan, pueden llevar a cambios peligrosos para la humanidad. Son límites que sirven de guía para evitar puntos de no retorno en los que el planeta podría entrar en zonas de alto riesgo y no ser capaz de regenerarse, poniendo en riesgo un futuro habitable.
El objetivo de conocer estos límites no es alarmar a la gente, sino pedir a gobiernos y empresas que actúen. Un excelente ejemplo lo encontramos en la recuperación de la capa de ozono: en los años 80, la comunidad internacional respondió a la ciencia y los gobiernos se coordinaron para prohibir los CFC y otros compuestos nocivos, y así se logró restaurar la capa de ozono.
SEIS DE LOS NUEVE LÍMITES PLANTERIOS FUERA DE LA ZONA SEGURA
Aquí puedes ver los 6 límites del planeta que están fuera de la zona segura ordenados de peor a mejor situación.
1. NUEVAS SUSTANCIAS
Son los nuevos compuestos creados por el ser humano que aún no han sido estudiados en profundidad, como productos químicos sintéticos, microplásticos, contaminantes orgánicos persistentes, materiales radiactivos y organismos genéticamente modificados. Un ejemplo son los PFAS, conocidos como "químicos eternos", que se acumulan en el suelo, el agua y los organismos vivos y se relacionan con problemas de salud graves. La industria los utiliza en recubrimientos antimanchas, en textiles que repelen el agua, etc. Los efectos a largo plazo de la mayoría de estos compuestos no se han probado lo suficiente, lo que implica un riesgo significativo.
2. BIODIVERSIDAD
Hay un millón de especies en peligro de extinción. En solo 50 años, la humanidad ha acabado con el 68 % de la vida salvaje. Necesitamos ecosistemas sanos para alimentar al planeta. Los suelos degradados producen menos alimentos y ponen en riesgo nuestra capacidad de alimentar a la población en el futuro. Los bosques talados absorben menos CO2. Las playas contaminadas ponen en peligro la salud pública. Y sin abejas se pone en peligro la polinización de los cultivos.
3. CICLO DE LOS NUTRIENTES
Se usan demasiados fertilizantes agrícolas, que acaban en el agua provocando la eutrofización, crecimiento excesivo de algas que, al pudrirse, consumen oxígeno del agua y crean zonas muertas. El exceso de nutrientes también tiene efectos directos en la salud, la economía y el bienestar de las personas, como la reducción de la calidad del agua en zonas de pesca, que afecta a la seguridad alimentaria y perjudica las economías locales dependientes de la pesca.
4. CAMBIO CLIMÁTICO
El calentamiento de 1,2 ºC ya tiene efectos visibles. Sus consecuencias son evidentes: aumento de eventos climáticos extremos, calentamiento de los océanos y pérdida de hielo en glaciares y polos. Por ejemplo, Groenlandia pierde 30 toneladas de hielo cada hora. En el caso de España, el cambio climático se traduce en más temperaturas altas, noches tórridas en verano, incendios, sequía y lluvias torrenciales.
5. CAMBIO EN EL USO DEL SUELO
La deforestación afecta negativamente a los bosques tropicales, templados y boreales. Superar el límite seguro de cambio en el uso del suelo tiene efectos negativos directos en el clima, los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, la biodiversidad, la salud y las comunidades humanas al forzarlas a abandonar sus tierras y perder sus modos de vida tradicionales.
6. AGUA DULCE
Solo el 66 % de los ríos mantienen la biodiversidad y garantizan el suministro de agua; el 47 % de los acuíferos no se reponen y van bajando sus reservas. El ciclo del agua se ha visto afectado por el cambio climático y por la creciente demanda de agua dulce para usos humanos. En España, el consumo de agua en los hogares no es demasiado alto, la mayoría de nuestra huella hídrica está oculta en los productos que compramos, ya sea en alimentos o en otros productos que consumimos. Por ejemplo, para hacer una camiseta de algodón se necesita una media de 2.500 litros de agua.
QUEDAN 3 LÍMITES PLANETARIOS DENTRO DE LA ZONA SEGURA
En algunos casos, aunque el peligro existe, todavía no se han rebasado los límites:
Límites del Planeta. Agua
7. ACIDIFICACIÓN DE LOS OCÉANOS
Un tercio del CO2 que emitimos a la atmósfera lo absorben los océanos y la alta concentración de este compuesto en la atmósfera está cambiando la composición química de los océanos haciendo que su PH sea más ácido. Cuando el dióxido de carbono se disuelve en agua, forma ácido carbónico que dificulta la formación de las conchas de los moluscos y debilita los arrecifes de coral. Y de manera indirecta se ven afectadas todas las especies que dependen de ellos para vivir y alimentarse y las comunidades costeras que viven de la pesca y el turismo.
8. CONTAMINACIÓN DEL AIRE: AEROSOLOES
Los aerosoles incluyen las partículas en suspensión (PM) que son especialmente preocupantes para la salud al provocar problemas respiratorios y cardiovasculares. El 75 % viene de la combustión de combustibles fósiles. Por un lado, hay que reconocer que, al oscurecer la atmósfera, están provocando un cierto enfriamiento, pero será temporal y mientras tanto enmascaran los efectos del calentamiento global. Y su precio es muy alto: la contaminación del aire causa más de 4 millones de muertes prematuras al año.
9. CAPA DE OZONO
Es el único límite en el que avanzamos de manera positiva. La capa de ozono intercepta la radiación ultravioleta nociva que tiene un impacto directo en nuestro ADN y genera enfermedades como el cáncer de piel. Cuando se descubrió el aumento del agujero en la capa de ozono, los científicos dieron la señal de alarma y se prohibieron los CFC, HFC y otros compuestos que agotaban la capa de ozono. Después de la implementación del Protocolo de Montreal en 1987, que restringió estos compuestos, la capa de ozono ha mejorado y ahora está dentro del rango seguro a nivel mundial.
La esperanza es de color verde
¿Y en qué punto estamos, entonces? Pues, estamos consumiendo y generando residuos a un ritmo que el planeta no puede soportar. Pero la naturaleza tiene una gran capacidad de recuperación, siempre que no traspasemos ciertos puntos de inflexión. La recuperación de la capa de ozono nos demuestra que, con medidas adecuadas y esfuerzos coordinados entre los gobiernos se puede asegurar un futuro habitable.
¿La tecnología nos salvará? Contar con que el día de mañana existirá una tecnología que lo solucionará todo es demasiado arriesgado. Además, las soluciones tecnológicas pueden tener efectos secundarios no deseados. Por ejemplo, instalar aerogeneradores para reducir emisiones puede implicar la tala de árboles, lo cual afecta los sumideros de carbono y los ecosistemas naturales.
¿Estamos abocados al colapso? No, no lo estamos. Hay muchas soluciones para mejorar la situación. Solo si ignoramos la ciencia y seguimos produciendo y consumiendo como si no hubiera un mañana, estaremos en una situación catastrófica: no hacer nada es la peor opción. Los gobiernos y las grandes empresas son quienes más poder tienen para hacer los cambios necesarios, seguidos por las personas con una gran huella ecológica, como quienes utilizan jets privados o llevan una vida de derroches. Para la mayoría de nosotros, lo más importante es informarnos, exigir cambios significativos y avanzar hacia un consumo más sostenible.
¿Cómo afectará la situación ambiental a nuestro consumo y estilo de vida? Es importante comprender la magnitud del problema y dejar atrás el consumismo excesivo. El consumidor medio español tiene una huella ecológica de 2,8 planetas. El pasado 20 de mayo del 2024 llegamos al día de la sobrecapacidad, cuando el consumo de recursos naturales superó lo que el planeta puede regenerar en un año. Consumir hoy de más es tener menos en el futuro. Para evitar problemas futuros, debemos ajustar nuestro estilo de vida sin perder calidad, buscando un equilibrio más sostenible.
OTRO CONSUMO ES NECESARIO
La situación ambiental actual es preocupante, pero no irreversible. No podemos depender solo de la tecnología para salvarnos; son necesarias acciones concretas. Desde la movilidad sostenible hasta la reducción de plásticos, cada elección diaria contribuye. Aquí hay algunas acciones prácticas que tú mismo puedes hacer:
Infórmate y actúa: Mantente informado, habla del tema y exige cambios a tu entorno y a las autoridades.
Movilidad sostenible: Opta por caminar, usar la bicicleta o el transporte público. Para viajes largos, elige el tren en lugar del avión.
Dieta más sostenible. Reduce el consumo de carne, elige productos de producción extensiva o agroecológica, compra alimentos de temporada y locales, y minimiza el desperdicio alimentario.
Reduce los productos de un solo uso: Evita los productos desechables y elige alternativas reutilizables.
Repara, reutiliza, recicla: Repara lo que se rompa, reutiliza envases y recicla los residuos.
Consumo racional de energía: Usa de forma eficiente los electrodomésticos, ajusta la temperatura y opta por fuentes de energía renovable como paneles solares.
Consumo responsable: Compra solo lo necesario y elige productos duraderos.
Cuida el entorno natural: No ensucies las playas, senderos o ríos, y evita provocar incendios.
Gestiona bien los residuos: Genera los menores residuos posibles y llévalos a su contenedor correspondiente.