La mascarilla se resiste a abandonar el transporte

EFE | 08/02/2023

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Los usuarios del transporte público se han despedido hoy de la mascarilla obligatoria en el metro, trenes y taxis entre la satisfacción de muchos y la cautela de una minoría, sobre todo despistados o mayores acostumbrados a un tapabocas que ven como una buena medida en un momento álgido de los virus respiratorio.

Ya sea en la estación de Sants de Barcelona o en la plaza de Castilla de Madrid, la entrada en vigor del fin de la mascarilla en el transporte público en España ha normalizado una situación que ya se venía produciendo, sobre todo en el metro, y es que una mayoría de usuarios ya no la usaban.

"El fin de la obligatoriedad tiene sus pros y sus contras", recuerda Pablo Fernández, usuario del metro y de Cercanías en la estación de Sants, quien por un lado valora tener la libertad para decidir si llevarla o no, y, por el otro, el temor a que la covid o cualquier otro el virus pueda volver.

Él ha decidido quitársela, por lo que este es el primer día que ha viajado sin ella, sumándose al descenso generalizado de la mascarilla en los diferentes transportes públicos.

Elia Tabuenca es partidaria del fin de la restricción y ha comentado en el andén la L5 de Barcelona que ya no se ponía la mascarilla de forma habitual desde el pasado verano, aunque sí la mantenía "por vergüenza" en el autobús, donde la mayoría de usuarios sí cumplían la norma.

Tabuenca, que venía de Rodalies para hacer transbordo al Metro, ha constatado que "no había mucha gente con mascarilla" en el tren.

Otra vecina de plaza de Castilla en Madrid ha explicado que le parece bien el fin de la medida porque "hay que adaptarse" a la nueva situación. "Es una medida necesaria en esta nueva era y con la gente ya vacunada", ha abundado un estudiante en la misma estación madrileña.

La mascarilla se convirtió en una imagen habitual para los ciudadanos de toda España a partir de 2020, hace más de mil días, cuando comenzó la peor crisis sanitaria del siglo hasta la fecha, aunque fue en mayo de ese mismo año que el Gobierno la convirtió en una herramienta indispensable hasta para salir a la calle.

Las situaciones en las que hacía falta usar esta protección han ido reduciéndose, sobre todo a partir de la vacunación masiva contra la Covid-19, aunque resistía en el transporte público y en los centros sanitarios y sociosanitarios, hasta hoy, que solo debe usarse en estos últimos lugares.

Aunque la mascarilla ha dejado de ser una obligación, sigue siendo recomendable usarla, como tiene previsto hacer Elena Escolar, que explica, mientras espera el autobús en Barcelona, que seguirá protegiéndose "por un tema de costumbre, seguridad y un poco de respeto".

Escolar ha cumplido con la obligación de llevar mascarilla en el transporte público pese a su bajo seguimiento en los últimos meses, sobre todo en el metro y en Rodalies, aunque le parece bien que cada uno pueda decidir si ponérsela o no.

Que la mascarilla haya dejado de ser obligatoria se ha notado especialmente en el autobús, donde sigue utilizándola sobre todo los mayores, aunque con una caída considerable en comparación con días anteriores.

Esta mañana, en un autobús de la línea V27 de la capital catalana, un tercio de los viajeros aproximadamente llevaba la mascarilla, y entre los que se la habían quitado, el conductor, principal valedor de que esta norma se haya mantenido con altos niveles de cumplimiento en este transporte.

También ha habido despistados, personas que no sabían que hoy entraba en vigor el fin de esta norma, como una joven que realizaba el transbordo entre el Rodalies y el autobús, que ha explicado que "está muy contenta" y que hasta ahora la había utilizado siempre.

Además se ha podido escuchar todavía por la megafonía del Metro de Barcelona los anuncios que "recuerdan" la obligatoriedad de la mascarilla en los interiores de los convoyes, algo incorrecto tras la liberación decretada hoy mismo en el BOE.

Otro de los lugares donde ha dejado de ser obligatorio el uso de mascarillas es en el interior de los taxis, algo que suponía una "pelea constante" con los pasajeros, que en su mayoría entraban sin ponérsela, según ha explicado Carlos Gallazos.

El taxista barcelonés ha asegurado que la medida es positiva, porque "en algún momento había que quitarla", a la vez que ha reconocido que él también había decidido dejar de llevarla hace ya un mes aproximadamente, pero le parece "totalmente aceptable" que haya quien la quiera seguir usando el tapabocas.

En la misma línea, el taxista Saturio López ha comentado que "el 90 % ya no se la ponía", aunque ha destacado que él la ha llevado hasta ahora y lo seguirá haciendo cuando deba llevar a alguien mayor o a una persona al hospital. "El que quiera que se la ponga, el que tenga miedo que se la ponga", recomienda.

En todo caso, siempre hay quien no piensa quitarse la mascarilla: "Yo no me la pienso quitar, vamos muy pegados en el transporte y yo opto por seguir llevándola", sentencia una usuario del metro de Madrid temerosa a contagiarse de cualquier virus.

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Comentarios

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  • Hahahah - 08 de Febrero de 2023 a las 21:42
    Borregos!
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