¿Cuánto debería durar una ducha para que no nos estropee la piel?
Alicia Romero | Mallorca, 24 de Octubre de 2024 | 13:00h

Muchas personas tienen diferentes preferencias sobre cuándo es el mejor momento para ducharse, ya sea por la mañana al despertar o por la noche antes de dormir.
Aunque no existe un momento exacto considerado ideal, sí es cierto que hay varios aspectos importantes que debemos tener en cuenta. La farmacéutica y divulgadora Boticaria García, en su intervención en el programa "Y ahora Sonsoles", explicó cómo establecer una rutina de ducha adecuada en cuanto a frecuencia, duración y productos a utilizar, para garantizar una higiene óptima y un correcto cuidado de la piel.
Una correcta higiene corporal es esencial para mantener la salud y el bienestar. Sin embargo, García advierte que un exceso en la frecuencia de las duchas puede ser perjudicial, especialmente para las capas de la epidermis.
En cuanto a la duración de la ducha, García asegura que lo ideal es que no exceda los cinco minutos. Esta duración es suficiente para limpiar el cuerpo sin perjudicar la barrera cutánea. De este modo, se desaconsejan las duchas prolongadas o los baños largos, ya que pueden eliminar los aceites naturales de la piel, lo que provoca sequedad e irritaciones.
Además, la experta subraya la importancia de tener en cuenta el impacto ambiental de las duchas largas, las cuales implican un elevado consumo de agua. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), superar los cinco minutos en la ducha puede suponer un gasto de más de 100 litros de agua.
Otra cuestión importante es la frecuencia de las duchas diarias. Aunque se cree que es necesario ducharse más de una vez al día, García desmiente este mito. Según sus recomendaciones, ducharse en exceso también puede dañar la piel, al favorecer la sequedad y la irritación.
Para quienes hacen ejercicio diariamente, la experta sugiere que si se trata de una segunda ducha, debe ser rápida, utilizando la menor cantidad de jabón posible y controlando la temperatura del agua.
La temperatura del agua es otro factor clave. Boticaria García recomienda ducharse con agua a unos 33 grados, lo que se asemeja a la temperatura del cuerpo y no daña la barrera epidérmica. Las duchas con agua demasiado caliente pueden eliminar la grasa protectora de la piel, afectando su pH.
Por otro lado, aunque las duchas frías se asocian a ciertos beneficios, García aclara que no existe suficiente evidencia científica que respalde sus efectos sobre el sistema inmunológico. Sin embargo, el agua fría sí genera una respuesta de adrenalina que acelera el ritmo cardíaco, lo que podría no ser recomendable para personas mayores o con problemas cardíacos, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Finalmente, García destaca la importancia de los productos utilizados en la ducha. Recomienda jabones suaves y productos syndet, diseñados específicamente para no alterar la barrera hidrolipídica de la piel, ya que tienen un pH acorde con el de la piel, lo que los convierte en una opción más suave en comparación con otros productos más agresivos.