Con trabajo, pero en pobreza: Casi tres millones de personas en España viven esta realidad
Las comunidades con menor tasa de pobreza laboral son Navarra, País Vasco, Madrid y Cataluña
EFE | 16/10/2024
Casi tres millones de personas con trabajo se encuentran en situación de pobreza en España, según un informe de Oxfam Intermón, que destaca la especial vulnerabilidad de los migrantes, de las trabajadoras del hogar y de las familias numerosas y monoparentales.
En la investigación 'Pobreza Laboral: cuando trabajar no es suficiente para llegar a fin de mes', publicada este miércoles, Oxfam Intermón analiza la "alarmante realidad" que afecta a 2.957.000 trabajadores, a pesar de los avances en materia de empleo en los últimos años, como la subida del SMI, la reforma laboral, las cifras históricas de empleo y una tasa de paro que ha descendido a su nivel más bajo desde 2008.
Actualmente, el 13,7 % de las personas empleadas vive por debajo del umbral de pobreza, una cifra que se duplica entre los migrantes (29,5 %). Al mismo tiempo, del total de personas en situación de pobreza, tres de cada diez tienen un empleo.
SECTORES MÁS AFECTADOS
El informe revela que los sectores más golpeados por la pobreza laboral son la agricultura y el trabajo doméstico, donde tres de cada diez trabajadores viven en pobreza a pesar de tener un empleo. Les siguen la hostelería y la construcción, con dos de cada diez personas empleadas en situación de pobreza.
El 40 % de las familias numerosas y el 30 % de los hogares monoparentales también sufren esta situación.
El encarecimiento de la vivienda y de los servicios básicos ha agravado el problema: los hogares en situación de pobreza laboral destinan entre el 67 % y el 79 % de sus ingresos al pago de la vivienda y los servicios básicos, según expone la investigación.
Más de la mitad de los hogares en pobreza laboral (55,3 %) ha tenido que renunciar en el último año a servicios de salud esenciales como tratamientos dentales, gafas o seguimiento psicológico, debido a la falta de recursos.
"Nos encontramos ante una desconcertante paradoja: muchas personas se esfuerzan cada mañana en ir a trabajar y, sin embargo, esto ya no les garantiza salir de la pobreza", explica Alejandro García-Gil, responsable de políticas de protección social y empleo.
ANDALUCÍA A LA CABEZA DE LA POBREZA LABORAL
Andalucía se sitúa a la cabeza de la pobreza laboral con una tasa del 19,4 %, seguida de Extremadura (17,2 %), Ceuta (16,4 %), Castilla-La Mancha (15,4 %), Murcia (14,3 %), Canarias (13,8 %) y Valencia (13,8 %).
Por debajo de la tasa media, están Melilla (11,6 %), Galicia (11,1 %), La Rioja (11 %), Castilla y León (10,5 %), Aragón (10 %), Cantabria, Asturias y Baleares (9,6 % en cada una).
Las comunidades con menor tasa de pobreza laboral son Navarra (6,3 %), País Vasco (6,6 %), Madrid (7 %) y Cataluña (7,7 %).
EMPLEO DE MALA CALIDAD
A pesar de la creación de empleo, el sistema productivo y el modelo económico español continúan generando puestos de trabajo de baja calidad. El informe destaca que el empleo a tiempo parcial o el autoempleo condenan a la pobreza a una de cada cuatro personas que trabajan bajo estas modalidades.
Por otro lado, seis de cada diez personas en pobreza laboral habrían querido continuar sus estudios, pero el 54 % se vio obligado a abandonarlos por falta de recursos o por la necesidad de trabajar para subsistir. Este ciclo perpetúa la desigualdad, ya que quienes no acceden a una educación superior tienen más probabilidades de conseguir empleos precarios y mal remunerados, señala la ONG.
"Además de las implicaciones económicas, la pobreza laboral deja una importante huella emocional: estas personas se ven obligadas a vivir para trabajar y no a trabajar para vivir; deben destinar íntegramente sus sueldos a gastos básicos, renunciando a cualquier forma de ocio, lo que impacta fuertemente en su salud mental", advierte el experto.
MEDIDAS URGENTES
Entre las medidas urgentes para enfrentar esta realidad y mejorar la calidad de los empleos, están ofrecer una protección social más amplia y reformar el sistema de prestaciones, de modo que las familias más vulnerables no queden desprotegidas.
"No basta con crear empleo: es necesario garantizar que sea de calidad y que permita a las personas vivir con dignidad. Para muchos hogares, un salario no es suficiente si no viene acompañado de condiciones laborales justas, acceso a una vivienda digna y un sistema de protección social robusto", concluye la organización.