Cómo actuar y protegerse ante una explosión nuclear

Esther Ballesteros | 03/03/2022

La invasión de Ucrania por parte del Ejército ruso ha resucitado antiguos temores acerca del uso de armas nucleares y ha devuelto al debate político un asunto sobre el que pocos querrían volver la vista atrás.

A pesar del desarme progresivo pactado por las potencias tras la Guerra Fría a través del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares, firmado por 191 países -entre los que se encuentran Rusia y Estados Unidos-, las continuas amenazas del Kremlin y su capacidad armamentística en materia atómica han reavivado las alarmas en torno a la posibilidad de una respuesta nuclear capaz de arrasar con todo cuanto halle a su paso. 

Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las muertes posteriores al uso de armas nucleares pueden superar con creces a las muertes ocurridas en el acto. De hecho, debido a sus graves consecuencias en el metabolismo humano, los fallecimientos en Hiroshima y Nagasaki se duplicaron o triplicaron en los cinco años siguientes a los bombardeos atómicos hasta alcanzar las cerca de 500.000. Muchas de las armas nucleares fabricadas después de 1945, señala, son aún más devastadoras.

Hasta el momento, son ocho países han detonado bombas atómicas, la mayoría de ellas en ensayos nucleares: China, Corea del Norte, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Pakistán y Rusia (antigua Unión Soviética). La más potente de todas ellas, la 'Bomba del Zar', fue detonada por la URSS el 30 de octubre de 1961 a cuatro kilómetros de altura sobre el archipiélago ruso de Nueva Zembla y la fuerza de su explosión fue 3.125 veces más poderosa que la de la bomba Little Boy (detonada en Hiroshima) y 2.381 veces la de Fat Man (detonada en Nagasaki).

Desde el CICR advierten de que incluso el uso de un número limitado de armas nucleares afectaría al medio ambiente durante muchos años, con consecuencias para la producción de alimentos a nivel mundial, imposibilitaría la agricultura en una amplia zona y, muy probablemente, causaría una hambruna masiva e interrumpiría la distribución alimentaria mundial.

"El arma nuclear está diseñada para matar a una gran cantidad de personas sin hacer distinción entre población civil y objetivos militares ya que, generalmente, no se utiliza sobre objetivos específicos sino sobre áreas muy extensas con efectos devastadores para las personas, las infraestructuras y el medio ambiente que persisten, incluso, mucho tiempo después de su utilización", subrayan desde Cruz Roja.

Como señalan desde la organización, en la actualidad no existe una prohibición universal y expresa del uso del arma nuclear que establezca con absoluta seguridad que su utilización en los conflictos armados sea contraria a las normas de Derecho Internacional. En este sentido, el coronel del Ejército de Tierra Carlos Javier Frías Sánchez señala que el régimen de no proliferación nuclear actual ha sido una herramienta fundamental para reducir el riesgo de una guerra nuclear. Sin embargo, afirma que este documento "es uno de los 'hijos' de la Guerra Fría y su diseño y operación corresponden a la situación del mundo en el momento de su creación (...). Conforme nos alejamos de ella, sus limitaciones se hacen más evidentes y su capacidad para cumplir sus fines disminuye".

Por ello, son numerosas las páginas especializadas que ofrecen recomendaciones para el caso de que se materializase un ataque nuclear, como es el caso de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) del Gobierno de Estados Unidos. En su web, el organismo asevera que las explosiones nucleares pueden causar una cantidad importante de daños y víctimas debido a la onda expansiva, el calor y la radiación.

QUÉ ES UN ARMA NUCLEAR

Un arma nuclear, tal como la define el FEMA, es un dispositivo que utiliza una reacción nuclear para crear una explosión. Los dispositivos nucleares fluctúan desde un pequeño dispositivo portátil llevado por una persona hasta un arma transportada por un misil. Una explosión nuclear puede ocurrir con pocos minutos de advertencia o sin ninguna advertencia.

SEÑALES QUE INDICAN EL INICIO DE UN ATAQUE NUCLEAR

El preaviso ante un ataque nuclear puede ser muy breve. Estas son las señales a las que hay que prestar atención:

Interrupción de servicio en equipos electrónicos. Es de esperar que un ataque nuclear se inicie con un ataque de pulso electromagnético (EMP), o que la detonación de armas relativamente próximas lo genere. Si se interrumpe el servicio de equipos electrónicos, luz, agua, telecomunicaciones o equipos operados por baterías (como los relojes de pulsera), cabe suponer que ha ocurrido un EMP. Los vehículos, especialmente los más modernos (con encendido electrónico o gestión electrónica del motor) pueden detenerse. Reducción masiva de la durabilidad de baterías.

Suspensión repentina y extensa de servicios de telecomunicaciones. Específicamente, imposibilidad de establecer contacto con una determinada área (una ciudad, por ejemplo) o la interrupción de comunicación con un área determinada. Esto puede ser indicativo de que esta área ya ha sido atacada y que usted se encuentra dentro de una zona de blackout.

Interrupción general de las comunicaciones por saturación de las centrales como consecuencia del enrutado.

Detonaciones fuertes, profundas y remotas. Destellos violentos en el horizonte. Trazas de misiles en las regiones altas de la atmósfera. Aparición repentina e imprevista de "estrellas fugaces" (componentes en reentrada).

EFECTOS INMEDIATOS DE UNA BOMBA NUCLEAR

- Bola de fuego (1,8 km)

Tras ser detonada una bomba nuclear, lo primero que se haría presente, a simple vista, sería su potente destello de luz. El aire, en condiciones normales, es muy mal conductor térmico pero en esa situación extrema se alcanzarían diferenciales de temperatura de decenas o hasta centenares de miles de grados en apenas unos metros. Es la zona cero de una explosión nuclear, también conocida como área de devastación o aniquilación total.

Así, en el caso de que fuese detonada un misil termonuclear W87 -propia del arsenal de Estados Unidos-, con una potencia de 300 kilotones (la bomba que estalló sobre Hiroshima tenía 15 kilotones mientras que la más potente, la 'Bomba del Zar', cuenta con 50.000), en la primera millonésima de segundo después de la detonación, los materiales de la bomba se calentarían a temperaturas extremas.

Una bola de fuego de 1,89 kilómetros si la bomba ha sido detonada en el aire o de 1,12 km si lo ha hecho en el aire se formaría inmediatamente a partir de los residuos de combustión de la bomba y emitiría una enorme cantidad de energía como rayos X, luz y calor, expandiéndose a medida que se enfría. El radio de acción de la radiación emitida sería de 14,5 km y cualquier individuo u objeto dentro de la bola de fuego se vaporizaría en un instante

Todo esto ocurriría momentos antes de que llegase la brutal onda de choque.

- Onda de choque 

A medida que la bola de fuego se expande rápidamente, empuja el aire circundante, creando una onda de choque. El punto donde la presión del aire ambiente aumenta se llama frente de choque, una fuerza destructiva invisible que se mueve desde el centro de la explosión. Su radio de acción es de 29,5 km si la bomba ha deflagrado en superficie y de 69,5 km si lo ha hecho en el aire. 

En este radio, la presión de la onda de choque es lo suficientemente fuerte como para destruir la mayoría de los edificios, excepto aquellos que están reforzados. Los vientos huracanados acompañan al frente de choque y se suman a la destrucción. Si bien el cuerpo humano puede sobrevivir a un cambio de presión importante y fuertes vientos, es probable que cualquier persona en esta área resulte lesionada o pierda la vida por el colapso de estructuras o por los escombros arrastrados por el viento.

- Calor

La explosión produciría un calor tan intenso que causa daños catastróficos. Cualquier persona dentro de este radio (125,7 km tras una bomba en superficie y de 161,2 km en aire) sufriría quemaduras de tercer grado graves o fatales.

Dentro de este radio, la madera, la ropa, el papel y los plásticos se incendiarían. Incluso fuera de este límite, el calor aún sería lo suficientemente intenso como para causar quemaduras de primer y segundo grado.

- Lluvia radiactiva

Los daños inmediatos terminan finalmente con el fallout o lluvia radiactiva local. Gran parte de las cenizas y polvo en ascensión procedentes de la explosión empiezan a depositarse de nuevo sobre el suelo horas después. Todo este material está sumamente irradiado, lo que incrementa los niveles de contaminación radiactiva de la zona. Pero no solo eso. Llena el aire de partículas que pueden ser ingeridas por todos los supervivientes en el área por vía respiratoria.

Su acumulación en la piel ya es de por sí nociva. El área de deposición de la lluvia dependerá de las condiciones atmosféricas posteriores a la detonación. La lluvia radiactiva es más peligrosa en las primeras horas después de la detonación, cuando emite los niveles más altos de radiación.

- Oscurecimiento o blackout

El oscurecimiento o blackout es, también, un efecto colateral de la radiación ionizante. Los rayos gamma emitidos por una detonación nuclear ionizan todo el aire en kilómetros a la redonda. Cuanto más potente sea la bomba, mayor será ese radio. 

Con la 'Bomba del Zar', los efectos serían, sin duda, mucho más destructivos: en superficie, la bola de fuego alcanzaría los 113,2 km de radio y los 67 km si fuese detonada en el aire; la onda de choque, los 893,65 km en superficie y los 2.107,5 km en el aire; la radiación, los 80,23 km en superficie y el calor, los 8.289 km en superficie y los 10.032 km una vez deflagrado el artefacto en el aire.

CÓMO MANTENERSE SEGURO TRAS UNA EXPLOSIÓN NUCLEAR

La FEMA recomienda identificar el mejor lugar de refugio cerca del sitio donde pasa más tiempo, por ejemplo, la casa, el trabajo y la escuela. Los mejores lugares son los sótanos y los pisos ubicados en la mitad de edificios altos.

Entre en el edificio más cercano para evitar la radiación y aléjese de las ventanas y las paredes exteriores. Las edificaciones de ladrillo u hormigón son las mejores.

Debe permanecer en el interior de un refugio antes de la llegada de la lluvia radiactiva. Los niveles más altos de radiación en el exterior ocurren inmediatamente después de la llegada de la lluvia radiactiva y disminuyen con el tiempo.

Las zonas en el exterior, los vehículos y las casas móviles NO proveen un refugio adecuado. Busque sótanos o los pisos ubicados en la mitad de edificios altos.

Asegúrese de tener un kit de suministros de emergencia en los lugares que usted frecuenta y en los que quizás tenga que quedarse durante 24 horas. Debería incluir agua, alimentos empaquetados, medicamentos de emergencia, una radio a pilas o a manivela para obtener información en caso de un corte de electricidad, una linterna y pilas extras para los artículos esenciales. Si es posible, almacene suministros para tres o más días.

Quítese la capa externa de su ropa contaminada para eliminar las partículas de lluvia radiactiva y la radiación de su cuerpo.

Dúchese o lávese con agua y jabón para eliminar las partículas de lluvia radiactiva de cualquier parte no cubierta de la piel y el cabello. Si no tiene opción de lavarse o ducharse, use una toallita o un paño húmedo para limpiarse las partes de la piel o el cabello que no estaban cubiertas.

Limpie a cualquier mascota que haya estado fuera después de la llegada de la lluvia radiactiva. Cepille suavemente la piel del animal para eliminar las partículas de lluvia radiactiva y báñelo con agua y jabón, si fuera posible.

Sintonice un medio de comunicación disponible para recibir la información oficial, como, por ejemplo, cuándo puede salir y a qué lugar debería dirigirse. Si se recomienda evacuar, escuche la información sobre las rutas, refugios y procedimientos. Las radios a pilas o a manivela funcionarán después de una detonación nuclear.

Es posible que los servicios de telefonía móvil, mensajería de texto, televisión e Internet se interrumpan o no estén disponibles.

Es seguro consumir o tomar alimentos o bebidas envasados, o productos que hayan estado guardados en el edificio con anterioridad. No consuma alimentos o líquidos que hayan estado en el exterior destapados y que pudieran estar contaminados por la lluvia radiactiva.

Si se encuentra enfermo o lesionado, escuche las instrucciones sobre cómo y dónde recibir atención médica cuando las autoridades le indiquen que es seguro salir del refugio.

SI SE ENCUENTRA EN EL EXTERIOR

Si se encuentra en el exterior cuando ocurre una detonación, protéjase de la explosión detrás de cualquier objeto que pueda ofrecer protección. Acuéstese boca abajo para proteger su piel expuesta del calor y de escombros voladores. Si se encuentra en un vehículo, deténgase de forma segura y agáchese dentro del vehículo.

Después que pase la onda expansiva, entre en el refugio más cercano para protegerse de la posible lluvia radiactiva. Dispondrá de 10 minutos o más para encontrar un refugio adecuado.

PELIGROS RELACIONADOS CON LAS EXPLOSIONES NUCLEARES

Destello luminoso: Puede causar ceguera temporal por menos de un minuto.

Onda de choque: Puede causar muertes, lesiones y daños a las estructuras a varias millas de la explosión.

Radiación: Puede dañar las células del cuerpo. Las exposiciones prolongadas pueden producir enfermedades por radiación.

Incendios y calor: Pueden producir muertes, quemaduras y daños a las estructuras en un radio de varias millas.

Pulso electromagnético (EMP, por sus siglas en inglés): Puede dañar los equipos electrónicos en un radio de varias millas del punto de detonación y causar interrupciones temporales en lugares más alejados.

Lluvia radiactiva: Es la caída de polvo y partículas radiactivas visibles que pueden causar enfermedades a las personas que se encuentren al exterior.

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Comentarios

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  • Delfim - 02 de Octubre de 2022 a las 07:53
    Gracias por esta detallada información.
    Con tanto irresponsable al frente de los Estados, un ataque nuclear es actualmente un peligro real, frente al que, saber como actuar aumentará la probabilidad de sobrevivencia.
    Muchas gracias
    Responder
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  • - 04 de Marzo de 2022 a las 07:22
    Ya estamos provocando el pánico, es una clase de noticia que no nos hace falta ahora. Para que se empieze con la mania de acaparar comida etc y colapsar supermercados.
    Responder
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