Cambio de horario en los colegios de España: esto es lo que proponen
El objetivo es reducir el porcentaje de abandono escolar y mejorar el rendimiento académico de los alumnos
Penélope O. Álvarez | 10/10/2024
En los años, el sistema educativo español ha estado en el centro de un intenso debate sobre cómo afrontar los desafíos que plantea el abandono escolar. Este problema, que ha ido en aumento, ha llevado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a sugerir medidas concretas para mejorar la situación y fomentar una mayor permanencia de los estudiantes en las aulas.
El abandono escolar representa una de las dificultades más graves para el desarrollo educativo del país. Se trata de una cuestión que no solo afecta a los individuos que abandonan sus estudios, sino que también tiene implicaciones importantes para el progreso social y económico del país. Detectar los centros educativos más afectados y promover políticas que fomenten la inclusión y la equidad es fundamental para garantizar una mejora en el bienestar y el rendimiento académico.
Para abordar esta problemática, la OCDE ha recomendado un cambio en el modelo de jornada escolar. En muchas regiones españolas, las clases se concentran en horario matutino, lo que ha generado inconvenientes tanto para los estudiantes como para las familias, que a menudo se ven obligadas a costear actividades extraescolares por las tardes. La propuesta del organismo es implantar un horario partido, similar al utilizado en países como Dinamarca y Portugal, donde el tiempo escolar se extiende a lo largo del día.
El informe, titulado 'Propuestas para un plan de acción para reducir el absentismo escolar temprano en España', destaca que la adopción de una jornada escolar más prolongada podría beneficiar especialmente a los alumnos más vulnerables. Al incrementar el tiempo de aprendizaje en un entorno escolar, se podrían mejorar los resultados académicos y reducir la necesidad de recurrir a clases particulares o actividades de refuerzo.
Sin embargo, la OCDE advierte que esta transición requeriría una inversión significativa. Para que la jornada partida funcione adecuadamente, sería necesario invertir en infraestructura escolar, programas de alimentación y mejoras salariales para el personal docente, garantizando así que el sistema educativo esté bien preparado para afrontar estos cambios.