La nutrición centrada en la familia influye en la dieta de los niños con autismo

EP | 09/12/2021

La adaptación de los programas de nutrición centrados en la familia puede influir positivamente en los comportamientos de la dieta en los niños con trastorno del espectro autista (TEA), según un nuevo estudio publicado en el 'Journal of Nutrition Education and Behavior'.

Dado que muchos niños con autismo luchan contra la obesidad, los investigadores evaluaron la adaptación y aplicación de un programa de nutrición existente, basado en la evidencia, para niños con autismo y sus padres.

"Históricamente, los niños con autismo han sido excluidos de este tipo de programas, a menudo diseñados para niños neurotípicos. Sabemos que los niños con autismo se enfrentan a mayores retos. Uno de ellos es que suelen tener una tasa de obesidad entre dos y cinco veces superior a la de otros niños. Así que queríamos ayudar a esta población que a menudo carece de estos recursos especializados", explica Brenda Manzanarez, del Centro de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo, Departamento de Pediatría de Hospital Infantil de Los Ángeles, en Estados Unidos.

Niños de 7 a 12 años con autismo y sus padres participaron en seis clases semanales de 90 minutos a las que asistió toda la familia como parte del programa 'Kids N Fitness' desarrollado en el Hospital Infantil de Los Ángeles. Cada clase se estructuró en torno a cuatro elementos básicos: educación nutricional centrada en la familia; apoyo a los padres; actividad física y establecimiento de objetivos.

"Contamos con personal capacitado para impartir el plan de estudios y con terapeutas analistas del comportamiento aplicados que nos proporcionaron apoyo y comentarios sobre cómo podíamos mejorar el plan de estudios --explica Manzanarez-. Al final de las sesiones, nos pareció un reto mantener la retención de las familias, con alrededor de un 26% que completó el programa".

Según destaca, descubrieron que los que completaron todo el programa tuvieron una asistencia del 100%. "Las familias expresaron que les gustaba el programa y que veían cambios en sus hijos como la mejora de sus hábitos alimenticios, ser más positivos y hacer ejercicio como forma de movimiento", añade.

Las familias informaron que valoraban la oportunidad de hacer preguntas y compartir experiencias y enfoques exitosos para aumentar el repertorio de alimentos saludables de sus hijos. Al finalizar la participación en el proyecto piloto, las familias informaron de que sus hijos estaban más dispuestos a probar nuevos alimentos, añadían proactivamente alimentos de colores a su plato durante las comidas y expresaban un mayor interés por el ejercicio.

Además, el plan de estudios parecía resonar en los niños participantes, como documentaron tanto el personal como los padres, que observaron que los niños recordaban los mensajes principales de las lecciones de las semanas anteriores.

La creciente prevalencia del TEA y de la obesidad infantil merece intervenciones innovadoras que impliquen a toda la familia. Los programas comunitarios basados en la familia que abordan los comportamientos problemáticos a la hora de comer y proporcionan educación nutricional centrada en la familia pueden ser un importante complemento o alternativa a las intervenciones individuales que requieren más tiempo y recursos, como las terapias de alimentación tradicionales.

Como los niños con TEA a menudo son excluidos de los entornos de aprendizaje tradicionales, los resultados de este piloto pueden contribuir al desarrollo de prácticas basadas en la evidencia de las intervenciones de nutrición basadas en la comunidad para los niños con TEA y sus familias.

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