Muere a los 69 años el histórico dirigente comunista Antonio Romero

Antonio Romero, destacado líder comunista y figura esencial en la política española, falleció este viernes a los 69 años en el Hospital de Antequera (Málaga), donde permanecía ingresado desde hace unos días. Romero, nacido en 1955 en Humilladero (Málaga), llevaba años retirado de la actividad política debido a la enfermedad de Parkinson, que se le diagnosticó en 2008. 

UNA TRAYECTORIA PÚBLICA, AMPLIA Y DIVERSA

Romero se destacó por ocupar numerosos cargos en instituciones de alcance local, nacional e internacional. Fue diputado en el Congreso entre 1989 y 1995, ejerciendo como portavoz de Izquierda Unida (IU) en comisiones parlamentarias clave como Defensa, Interior y Justicia, así como en la de Control de Radio y Televisión Española. Su labor como parlamentario autonómico entre 1982 y 1989, y posteriormente en la Cámara andaluza desde el año 2000, lo consolidó como un defensor comprometido con los intereses de Andalucía. Además, fue parte activa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Romero también desempeñó un papel fundamental en Izquierda Unida y el Partido Comunista de España (PCE). Desde 1993, integró la Presidencia Federal, la Comisión Ejecutiva y el Consejo Político Federal de IU, llegando a ser coordinador general de IU en Andalucía entre 1997 y 2001. Su visión política y liderazgo contribuyeron al fortalecimiento de estas organizaciones en un periodo de grandes retos para la izquierda en España.

PIONERO EN EL SINDICALISMO ANDALUZ

Antes de su destacada carrera política, Antonio Romero fue uno de los fundadores del sindicato Comisiones Obreras en Andalucía, marcando el inicio de su compromiso con los derechos de los trabajadores. Este paso fue el primer escalón en una trayectoria que lo llevó a ser uno de los referentes más importantes del movimiento obrero en la región.

En 1995, Romero se postuló como candidato a la alcaldía de Málaga, una experiencia que dejó huella en la historia política de la ciudad. Aunque no alcanzó el cargo, fue reconocido como el "alcalde moral" al no conseguir el apoyo del PSOE, pese a que la coalición con IU tenía mayoría absoluta, lo que permitió al PP acceder al gobierno municipal. En el año 2000, volvió a protagonizar un momento importante como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, reafirmando su influencia en la política regional.

Otro de los hitos en la carrera de Romero fue su papel como pon

ente en la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía durante su etapa en el Parlamento autonómico. Este logro reflejó su compromiso con la mejora del marco legislativo y el avance del autogobierno andaluz.