El triunfo histórico del PP en Andalucía y el fracaso del PSOE y sus socios abre un nuevo ciclo político en España
EP | 19/06/2022
El triunfo histórico del Partido Popular de hoy en las elecciones de Andalucía, que ha vuelto a absorber a Ciudadanos en unas autonómicas, impulsa las opciones de Alberto Núñez Feijóo para intentar abrir un cambio de ciclo político en España, sin necesidad de contar con Vox.
Todo ello frente a un PSOE que hoy ha fracasado y no ha capitalizado las medidas sociales del Gobierno para paliar los efectos de la guerra y una izquierda que ha pagado la desunión, a pesar de que ha escenificado un ensayo del nuevo proyecto de Yolanda Díaz.
Este cambio en la correlación de fuerzas que se ha producido hoy en Andalucía, en el que el PP ha logrado por primera vez una mayoría absoluta en esta CCAA desde que empezó la democracia, puede marcar el futuro de la política en España.
No en vano, Andalucía, que hasta ahora era el gran caladero de voto socialista, es un buen laboratorio del panorama nacional, con 6,6 millones de votantes.
Se trata de la tercera derrota socialista en poco más de un año y está por ver cuál será la respuesta del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que previsiblemente tratará de aislar el resultado de la acción del Gobierno. Pero que tendrá en cuenta que la diferencia entre el voto de las derechas y el de los partidos de izquierda supera los 20 puntos en esa región.
Se trata de los primeros comicios que se celebran con Alberto Núñez Feijóo al frente del Partido Popular y una de las posibles consecuencias del triunfo arrollador de Juanma Moreno puede ser la de acelerar la alternativa del nuevo líder 'popular' a Pedro Sánchez y un cambio de ciclo político en España.
Si las elecciones de la comunidad de Madrid, del 4 de mayo de 2021, demostraron que el PP puede gobernar sin necesidad de Vox, el resultado de hoy es la confirmación de que esta posibilidad, tras la mayoría absoluta de Juanma Moreno, que no necesitará ni siquiera de la abstención de los de Abascal.
EL PP CONFIRMA QUE PUEDE GOBERNAR SIN VOX
Este resultado también confirma que la reunificación del centro derecha en torno al Partido Popular se sigue produciendo. Y así lo demuestran dos hechos: la absorción del voto de Ciudadanos --como ya ocurrió en Madrid y en Castilla y León-- que ha perdido sus 21 escaños y el pinchazo de Vox en esta comunidad autónoma.
El partido de Abascal ha sumado dos escaños sobre los 12 que logró en 2018 pasando a 14, pero también ha retrocedido 7 puntos en relación con los 20,61 que cosechó en las generales de noviembre de 2019. De hecho, la advertencia de Macarena Olona en el último debate televisivo, de que si el PP necesitaba un solo voto de Vox, Juanma Moreno les tendría que admitir en el Gobierno, ha provocado el efecto contrario al que pretendían y el voto de la derecha se ha concentrado mayoritariamente en el PP.
LA TERCERA DERROTA SOCIALISTA EN POCO MAS DE UN AÑO
Por lo que se refiere al PSOE, este partido ha seguido en Andalucía la estela de derrotas de sus compañeros de Madrid y de Castilla y León. No se ha desplomado como ocurrió en Madrid, pero sí ha vuelto a marcar su peor nota en Andalucía al perder tres escaños de los 33 que había logrado Susana Díaz y que ya fue el peor resultado de los socialistas en esta comunidad autónoma.
Los socialistas andaluces no han capitalizado las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez frente a la inflación y las consecuencias provocadas por la guerra de Ucrania, ni tampoco las promesas que ha realizado el Ejecutivo tanto al inicio como en mitad de la campaña. Esta se estrenó con un anuncio de la vicepresidenta segunda de 50 millones para paliar el desempleo en Andalucía y siguió con otro, de Pedro Sánchez, en un mitin con Espadas, de una Ley de Sanidad que prohibiera la privatización.
Todas estas medidas y promesas no se han traducido en votos y al igual que los ciudadanos en Madrid castigaron las decisiones del Ejecutivo durante el confinamiento y el primer año de pandemia, ahora los andaluces han castigado también la acción del Ejecutivo.
Y aunque Sánchez acompañó a Espadas en su cierre de campaña y realizó más actos de los previstos en un principio, tratando de enderezar la campaña, no ha hecho acto de presencia en la noche de la derrota y le ha pasado el testigo a la vicesecretaria general, Adriana Lastra.
Ahora queda por ver cómo responderá el jefe del Ejecutivo ante esta derrota, que ya es la tercera que cosecha el PSOE en los últimos 13 meses, después de las de Madrid y Castilla y León, para tratar de aislarla frente a la acción del Ejecutivo.
Y también ante la reacción interna que pueda haber en el PSOE ante el temor de lo que pueda ocurrir en las municipales y autonómicas que tocan en mayo de 2023. Las generales no están previstas hasta finales del próximo año y, por el momento, han sido reiteradas las ocasiones en que Sánchez ha dejado claro que no tiene intención de adelantarlas.
DESMOVILIZACIÓN A LA IZQUIERDA DEL PSOE
Por el lado de los partidos a la izquierda del PSOE se han cumplido los temores que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, llevaba escritos en un documento que captaron los fotógrafos al término de una rueda de prensa del Consejo de Ministros.
Las desmovilización de la izquierda que temía la ministra de Trabajo se ha cumplido precisamente en la plataforma que ella ha amparado, 'Por Andalucía', y en la que confluían Izquierda Unida, Podemos y el partido de Errejón, entre otros.
Una polémica exacerbada por el exdirigente de Podemos Pablo Iglesias al afirmar antes de la campaña que ya habían vuelto a las puñaladas, pero que tanto Yolanda Díaz y los integrantes de la plataforma 'Por Andalucía' intentaron orillar al ver el poco tirón que estaba teniendo.
De hecho, la vicepresidenta acabó por tener más presencia en la campaña de la que contempló en un principio. Sin embargo, y aunque sus actos fueron los más numerosos, no logró tirar del electorado y solo han conseguido 5 escaños, igualando así la marca más baja cosechada por Izquierda Unida en Andalucía. Unos resultados que no son un buen preludio para el proyecto de Yolanda Díaz de unir a todas las izquierdas a la izquierda del PSOE.
Tampoco Teresa Rodríguez, que ha mantenido la propiedad de la marca Adelante Andalucía --en la que en 2018 confluyeron Podemos e Izquierda Unida--, ha tenido un gran resultado, solo dos escaños. La desunión en estos partidos y la desmovilización entre su electorado han provocado que este espacio haya pasado de 17 escaños en 2018 a sumar 7 en esta ocasión.