La madre del acusado del atropello mortal en Haro alertó de un brote psicótico antes del suceso

Este martes ha continuado el juicio con jurado en la Audiencia Provincial de La Rioja por el atropello múltiple ocurrido en septiembre de 2023 en el aparcamiento del centro de salud de Haro, donde un sanitario perdió la vida y otras cinco personas resultaron heridas. El Ministerio Fiscal considera al acusado presunto autor de un delito de asesinato y otros cinco en grado de tentativa.

En la jornada de hoy han declarado los padres del acusado, quien sufre esquizofrenia paranoide diagnosticada desde finales de 2020. Su madre ha relatado que, ante los síntomas de un posible brote psicótico, intentó buscar ayuda hasta cuatro veces en menos de un mes. "No me hicieron caso", ha lamentado.

UN BROTE PSICÓTICO PREVIO Y AVISOS IGNORADOS

La madre del procesado ha explicado que su hijo, de origen vizcaíno y residente en Basauri, era “una muy buena persona”, con una vida estable, trabajaba en una fundición y tenía permiso de conducir. Sin embargo, tras el primer brote que obligó a dejar su empleo como agente de la Policía Local de Bilbao, empezó a desarrollar ideas delirantes.

"Veía coches con lunas tintadas porque pensaba que sabía cosas del Gobierno y si hablaba, lo matarían", ha detallado. En los días previos al atropello, él aseguraba que le habían pirateado los dispositivos electrónicos, lo que motivó que su madre consultara con la psiquiatra, quien solo decidió aumentarle la medicación y le indicó que estuviera tranquila si el joven comía y dormía con normalidad.

UNA TARDE DE TENSIÓN EN LEIVA Y UN VIAJE A HARO

El 4 de septiembre de 2023, el acusado se encontraba en Leiva (La Rioja), donde la familia tiene una vivienda. Según su madre, esa tarde se mostró “inquieto y preocupado” e incluso se quejó de olor a gas en la casa.

Preocupados, los padres decidieron acompañarle cuando dijo que iba a dar una vuelta con el coche. Su intención, según la madre, era llevarlo a Haro para que le revisaran la medicación. Durante el trayecto, su hijo comenzó a gritar que lo querían matar, momento en el que ella, según su testimonio, “se derrumbó”.

Una vez en el centro de salud de Haro, el acusado vio a varios profesionales sanitarios uniformados frente a él. En ese momento, según su madre, arremetió contra ellos con el coche, convencido de que “le iban a matar”. Tras el atropello, ha asegurado que ella y su marido quedaron “en shock”, sin entender cómo había ocurrido. "Nosotros avisamos del estado mental de nuestro hijo", ha recalcado.

PETICIÓN DE PERDÓN A LAS VÍCTIMAS Y SUS FAMILIAS

Entre sollozos, la madre ha pedido perdón: "Quiero pedir mil perdones a la familia del fallecido y a los lesionados, también en nombre de mi hijo. Que nos perdonen, por favor, si pueden alguna vez. Comprendo que no es fácil". El padre, también visiblemente afectado, ha relatado que, tras el atropello, su hijo estaba “totalmente descontrolado, gritando que la culpa era del Gobierno”.

Durante la vista oral también han declarado los dos hermanos del sanitario fallecido, quienes aseguraron que el acusado les “arrebató la vida” a toda la familia, ya que su padre murió dos meses después, afectado por el impacto emocional. Ambos han reclamado justicia ante el tribunal.

En este proceso, las acusaciones particulares solicitan penas de entre 12 y 74 años de prisión. Por su parte, la Fiscalía pide una sentencia absolutoria con internamiento médico durante un plazo máximo de 25 años, dada la situación psiquiátrica del acusado. La defensa, en cambio, solicita la absolución con una medida de libertad vigilada por enfermedad mental.