Miguel Ángel Revilla revela el verdadero motivo de su enfado con el rey Juan Carlos
El expresidente de Cantabria ha acudido este martes a 'El Hormiguero'
Marina J. Ramos | Mallorca, 21 de Mayo de 2025 | 07:17h
Miguel Ángel Revilla (82 años) es un rostro muy querido por la audiencia de 'El Hormiguero'. Forma parte del exclusivo Club Platino y su presencia en el plató se ha vuelto casi tan habitual como la del propio presentador. Se mueve con total naturalidad, como en casa. No en vano, llegó incluso a autoinvitarse para celebrar en directo su 80 cumpleaños. Cuando acude al programa, toda la escaleta gira en torno a él, y el resto de secciones desaparecen.
Aunque siempre entra con una sonrisa, este martes 20 de mayo, ha sido distinto. El expresidente cántabro atraviesa uno de los momentos más tensos de su vida pública: se encuentra en plena batalla judicial con el rey emérito Juan Carlos I, quien le ha interpuesto una demanda por considerar que ha vulnerado su honor en reiteradas ocasiones, tanto en entrevistas televisivas como en artículos de prensa. Le exige una indemnización de 50.000 euros por unas declaraciones que califica de "injuriosas y calumniosas". Es un caso sin precedentes: nunca antes un jefe de Estado había llevado a juicio a un ciudadano por estas razones.
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“ES UN DÍA MUY COMPLICADO”
Durante su intervención en el programa de Pablo Motos, Revilla no ha esquivado el tema. "Es un día muy complicado", ha reconocido, confesando que había recibido numerosas advertencias previas a su aparición en televisión. "Me han dicho que esté sereno, estáte tranquilo... Sí que tengo la cabeza que me da vueltas a muchas cosas", admitió frente a las cámaras.
? @RevillaMiguelA: “Nunca en mi vida he cobrado dinero de las televisiones” #RevillaEH pic.twitter.com/u7lGVVsAMC
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) May 20, 2025
Aun así, mantiene su firmeza: "Tengo ganas de sacar ideas y cosas. Necesitaría un programa de 3 horas. Estoy con una paz interior, la conciencia tranquila, que es lo que a mí me importa". También aprovechó su presencia para desmontar algunos rumores que circulan sobre él. "Dicen que me estoy forrando con las televisiones. En mi vida he cobrado un euro de las teles. Jamás. Buenafuente sí pagaba, pero lo ingresó íntegramente a la cocina y al asilo de Torrelavega. Nunca he cobrado nada. Un buen día me llamaste por el programa 20, darme un reloj de 5.000 euros y dije que no lo cogía y que lo destinases a algo benéfico", explicó con contundencia.
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LA DEMANDA DEL REY EMÉRITO
El pasado viernes 16 de mayo tuvo lugar el acto de conciliación entre ambas partes en el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Santander. Pero solo uno de los implicados se presentó. Mientras Revilla llegaba puntual a la cita judicial, el rey emérito, a pesar de encontrarse en España, optaba por no acudir.
"Vengo tranquilo porque no tengo cargo de conciencia. Voy a mantener todo lo que he dicho", afirmó el cántabro minutos antes de declarar. Insistió en que su postura responde a una percepción colectiva: "He sido el portavoz de una opinión generalizada de que este hombre nos ha defraudado". En una improvisada rueda de prensa posterior, expresó su deseo de haber podido encontrarse cara a cara con el exmonarca: "Hubiéramos tenido un careo y le habría explicado por qué he denunciado su comportamiento. Como previsiblemente esto va a terminar en un juicio, espero que venga". "Me hago una imagen que rompe con el modelo que tenía mitificado. Con los que me representan hay que exigirle más a los que están arriba. He reproducido lo que vengo escuchando. ¿Por qué los que publicaron eso, que han dicho cosas más graves, no lo rectifican? Llego a la conclusión de que es cierto. Es verdad que a veces me exceso en el léxico, tendría que haber dicho presunto", ha expuesto Revillla.
Curiosamente, ese mismo fin de semana, Juan Carlos I reaparecía en público en Sanxenxo (Galicia). Alejado del foco mediático y acompañado por personas de su círculo íntimo, como Pedro Campo, disfrutaba de las regatas en alta mar, aparentemente ajeno a la polémica que le rodea.
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LA SALUD DE SU MUJER, AURORA DÍAZ
Otro tema que Revilla no ha esquivado es el delicado estado de salud de su mujer, Aurora Díaz, quien ha tenido que ser operada de urgencia recientemente. Aunque se desconocen los detalles concretos, podría estar relacionado con el cáncer de colon que le fue diagnosticado en 2022.
Su historia juntos comenzó hace más de tres décadas, cuando Aurora empezó a trabajar como secretaria en la sede del Partido Regionalista de Cantabria. Desde entonces, han compartido vida, retos y un amor que nació en Salceda, el pueblo natal de Revilla. Aquel día llovía, pero eso no impidió que él la conquistara con una ranchera que, con el tiempo, acabó en boda.
De su unión nació Lara, su hija de 23 años, que ha estudiado Psicología en Donostia y actualmente se encarga de gestionar las redes sociales de su padre. Eso sí, ha dejado claro que la política no entra en sus planes. El matrimonio reside en un piso de 121 metros cuadrados en el municipio de Astillero, a unos diez kilómetros de Santander. Aurora, discreta y reservada, ha evitado los focos mediáticos y solo ha acompañado a su marido a los actos estrictamente necesarios. Siempre ha sido su principal apoyo, incluso en los momentos más difíciles como este.
UNA HERIDA QUE NO CIERRA
A lo largo de su vida, Miguel Ángel Revilla ha vivido momentos duros, pero hay uno que lo marcó para siempre: la pérdida de su hermano Jaime en un accidente de tráfico cuando apenas tenía 30 años.
Esa herida, reconoce, nunca ha llegado a cerrarse del todo. A día de hoy, aún evita volver a la casa donde crecieron juntos. "Si voy empezaré a llorar porque me voy a acordar de la habitación que tenía con mi hermano Jaime".
