Iker Casillas cumple 44 años e invita a todo su pueblo a una fiesta de vaqueros

Íker Casillas, quien fuera capitán del Real Madrid y de la Selección Española, ha vuelto a dejar claro que su corazón sigue en Navalacruz, el pequeño pueblo abulense donde nació. Con motivo de su 44 cumpleaños, el exguardameta organizó una celebración por todo lo alto que se extendió durante tres días y que incluyó desde conciertos hasta una fiesta temática del lejano oeste.

Según ha revelado 'OK Diario' en exclusiva, Casillas quiso compartir su alegría con todo el pueblo: declaró festivo local uno de los días y abrió la invitación a todos los vecinos, asumiendo personalmente todos los gastos del evento.

Desde hace años, el cumpleaños de Casillas se ha convertido en una cita destacada en el calendario de Navalacruz. Aunque cuenta con amistades de peso como Gerard Piqué o Luis Figo, el ex de Sara Carbonero prefiere celebrar rodeado de su entorno más íntimo, en su tierra, donde es respetado y querido. Tanto es así que sus vecinos han decidido, por lealtad, proteger su intimidad. Ni siquiera tras la reciente polémica con la modelo de contenido para adultos, Claudia Bavel, han querido hablar con la prensa.

En esta edición de 2025, las celebraciones arrancaron el viernes 16 de mayo y se alargaron hasta el domingo 18. Como ya es tradición, Casillas convirtió ese fin de semana en una fiesta abierta para todo el pueblo, como gesto de agradecimiento por el cariño recibido a lo largo de su vida. Aunque algunos bares optaron por abrir para dinamizar la economía local, muchos negocios cerraron para sumarse a la fiesta.

La noche del viernes comenzó con una reunión de amigos en el bar que el propio Casillas tiene en el pueblo. Allí, un grupo de flamenco amenizó la velada. Al día siguiente, el sábado, una de las calles principales se transformó en una especie de feria: se colocó un toro mecánico, se habilitó un campo de fútbol para los niños y una charanga recorrió los bares, llenando de ritmo cada rincón.

Para que no faltara detalle, Casillas alquiló una casa rural en la que alojó a sus amigos más cercanos. También se sumaron varios jóvenes a la celebración, y, según testigos del evento, “las chicas se peleaban por bailar con él”.

UN CIERRE POR TODO LO ALTO

El domingo 18 de mayo, la fiesta alcanzó su momento más simbólico con una comida popular al mediodía y, por la noche, una gran fiesta de temática vaquera. “Todos los vecinos fueron invitados”, y Casillas volvió a hacerse cargo del coste de la orquesta que animó la última noche del evento, poniendo el broche final a un fin de semana inolvidable.

A través de sus redes sociales, el exfutbolista compartió algunas imágenes de la celebración, reflejo del ambiente festivo y la complicidad que mantiene con su gente. Una vez más, Íker Casillas demuestra que, más allá de la fama y los títulos, sigue siendo el vecino de siempre: cercano, generoso y profundamente arraigado a sus orígenes.