Una banda de Palma que robaba y falsificaba coches de lujo se enfrenta a 200 años de cárcel

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares celebra desde este lunes, a las 09:30 horas, el juicio contra 22 personas acusadas de integrar una organización criminal dedicada al robo, falsificación y venta de vehículos de alta gama. La Fiscalía solicita penas que suman 200 años de prisión para 21 de los acusados, y trabajos en beneficio de la comunidad para uno de ellos.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, la trama habría comenzado su actividad en 2015 y operaba mediante el robo de coches estacionados en la vía pública o en parkings, así como de vehículos embargados en depósitos judiciales.

Una vez sustraídos, los automóviles eran despiezados en un desguace propiedad de uno de los acusados, vendidos en una tienda local o comercializados en el extranjero, especialmente en Bulgaria, Croacia y Alemania. En otros casos, se les cambiaban las matrículas y circulaban en territorio nacional.

MÁS DE 40 COCHES ROBADOS Y UNA ESTRUCTURA JERARQUIZADA

El número total de vehículos sustraídos asciende al menos a 47, de los cuales no todos han sido recuperados. Según Fiscalía, la red estaba perfectamente jerarquizada, con dos líderes al mando que ideaban las operaciones y contaban con la colaboración de varios perfiles estratégicos.

Uno de ellos era empleado de una concesionaria encargada del depósito municipal de Son Bugadelles, quien facilitaba información clave sobre los coches embargados.

La organización también se valía de un guardia civil procesado, quien, aprovechando su acceso a registros oficiales, comprobaba la situación legal de los vehículos. Además, tenía participación en un concesionario, donde presuntamente se blanqueaban algunos de los automóviles.

Esta labor de verificación también la realizaban otros miembros, como el propietario y una administrativa de un desguace en Son Castelló, encargados además de tramitaciones y contratos de compraventa.

FALSIFICACIÓN, VENTA INTERNACIONAL Y DESGUACE COMO MECANISMOS DE BLANQUEO

Cuando un coche no podía ser vendido legalmente, se desmontaba por piezas y se vendía en el mercado de recambios. Otros vehículos eran enviados por barco a la península y, desde allí, exportados a terceros países.

Varios acusados se encargaban de falsificar documentos, transportar, almacenar o sacar los coches fuera del país, en una dinámica sistemática que facilitaba el funcionamiento de la red.

El importe total de lo defraudado no ha podido determinarse, aunque uno de los vehículos sustraídos está valorado en 64.900 euros.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de delitos de organización criminal, estafa continuada, apropiación indebida, hurto, hurto de uso y contra la seguridad vial.