Cala Pregonda: el paraíso rojizo de Menorca que enamora a locales y viajeros

En el litoral norte de Menorca, lejos de las playas urbanizadas y del bullicio turístico, se esconde uno de los enclaves naturales más impresionantes del Mediterráneo: Cala Pregonda. Con su arena de tonos rojizos, aguas cristalinas protegidas por islotes y un entorno virgen de alto valor ecológico, esta cala se ha convertido en un símbolo de la Menorca más salvaje y auténtica.

UN PAISAJE ÚNICO EN LA ISLA

Cala Pregonda está situada en el término municipal de Es Mercadal, dentro de una Área Natural de Especial Interés (ANEI) y en el corazón de la Reserva Marina del Norte de Menorca. Esta doble protección ambiental garantiza la conservación de su biodiversidad y limita las actividades humanas que podrían poner en riesgo su equilibrio.

El rasgo más distintivo de esta cala es el color rojizo de su arena, un fenómeno poco común en las playas baleares, producto de la presencia de arcilla y rocas ricas en hierro. Frente a la costa, varios islotes (como el Illot de Pregonda) actúan como escudo natural contra el oleaje, lo que convierte sus aguas en una suerte de laguna protegida, ideal para el baño y el snorkel.

El entorno también es hábitat de aves marinas como la gaviota de Audouin, especie protegida que encuentra aquí uno de sus refugios más tranquilos en la isla.

UN ACCESO QUE REQUIERE ESFUERZO, PERO VALE LA PENA

Llegar a Cala Pregonda no es inmediato, y tal vez esa sea una de las razones por las que conserva su aspecto virgen. El acceso se realiza a pie desde la playa de Binimel·là, donde hay un aparcamiento habilitado para vehículos. Desde allí, los visitantes deben recorrer un tramo del histórico Camí de Cavalls, un sendero costero de unos 30 minutos que atraviesa parajes de gran belleza paisajística.

Al tratarse de una cala sin urbanizar, no dispone de servicios como baños, bares ni socorristas. Por ello, es esencial llevar agua, comida, protección solar y calzado adecuado para el trayecto. También se pide a los visitantes que respeten la naturaleza, no dejen residuos y no alteren el entorno.

UN PARAÍSO PARA LA CONTEMPLACIÓN Y EL SILENCIO

Cala Pregonda es un lugar pensado para disfrutar sin prisas. Su atmósfera serena la convierte en destino preferente para quienes buscan tranquilidad, contacto con la naturaleza y desconexión total. Las aguas tranquilas permiten observar peces y formaciones submarinas a poca profundidad, mientras que el horizonte regala vistas al faro de Cavalleria, aportando una estampa digna de postal.

Aunque su fama ha crecido en los últimos años gracias a las redes sociales y las guías de viaje, Cala Pregonda ha sabido conservar su esencia. Lejos de los chiringuitos y las sombrillas de alquiler, aquí solo se escucha el murmullo del mar y el canto de las aves.

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