Interior ordena no multar a quienes tengan o consuman drogas en vehículos aparcados
La instrucción el Ministerio ha provocado un enérgico rechazo entre sindicatos policiales
EFE | Mallorca, 07 de Mayo de 2025 | 14:00h

La secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior ha remitido una instrucción a las fuerzas de seguridad en la que les aclara que no pueden sancionar el consumo o tenencia de drogas en el interior de un vehículo particular cuando esté estacionado y siempre que el estupefaciente no esté destinado a la venta, pues se trata de "un espacio privado".
La instrucción, a la que ha tenido acceso y que ha sido remitida este martes a ambos cuerpos, ha levantado un enérgico rechazo entre sindicatos policiales como SUP y Jupol, que advierten de que esta norma generará problemas de convivencia vecinal, incrementará el riesgo de conducción bajo los efectos de las drogas y la sensación de impunidad, además de minar la confianza en los agentes y debilitar la credibilidad del sistema.
La medida adoptada pretende regular la actuación en estos casos, pues, según recuerda la instrucción, la ley de Seguridad Ciudadana de 2015, actualmente en trámite de reforma en el Congreso, tipifica en su artículo 36.16 como infracción grave -multas de entre 600 a 300.000 euros- "el consumo o tenencia ilícita de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en lugares, vías, establecimientos públicos o transportes colectivos".
Como este precepto "deja al prudente criterio" de los agentes apreciar si la tenencia o consumo de drogas en un vehículo particular estacionado "es o no constitutivo de una infracción grave", Interior incluye en esta instrucción 7/2025 varias sentencias del Tribunal Supremo que dictan que, sin poder considerar como domicilio un vehículo privado, sí es "un espacio privado protegido con cierto grado de intimidad".
Las sentencias en las que se inspira la instrucción destacan que los vehículos son objetos "con estrecha relación con la privacidad de sus titulares" y que, aunque en ellos no se desarrollen propiamente actividades de la vida íntima similares a las realizadas en un domicilio, sí que están protegidos con "una expectativa razonable de intimidad", un criterio que consideró el Tribunal Constitucional para determinar que un vehículo particular es un espacio protegido.
Por todo esto y porque la ley de Seguridad Ciudadana no contempla esta conducta, la instrucción de Interior concluye que el consumo o tenencia de drogas, cuando no estuviera destinado al tráfico, en el interior de un vehículo particular utilizado exclusivamente como medio de transporte estacionado, "no se considera subsumible en ninguna de las infracciones administrativas" descritas en la ley de seguridad Ciudadana. Cuestión distinta, continúa, es que se trate de vehículos en tránsito, en cuyo caso podría tratarse de una conducta castigada en el Código Penal.
SINDICATOS POLICIALES EXIGEN RETIRAR LA ORDEN
Tras la remisión de esta instrucción a las dependencias policiales, sindicatos como SUP y Jupol han reaccionado con sendos comunicados en los que coinciden en rechazar enérgicamente la medida. De hecho, el SUP pide la inmediata retirada de la instrucción y la rectificación urgente por parte del Ministerio del Interior por la "irresponsabilidad" de su contenido.
"Esta medida, a todas luces inconcebible, neutraliza por completo la labor preventiva de la Policía Nacional y del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al dejar sin herramientas legales a los agentes para intervenir ante una situación que, en la práctica, puede derivar en tragedias en carretera", señala el comunicado.
A su juicio, la orden supone un retroceso gravísimo en la lucha contra las drogas y contra los delitos asociados al tráfico y consumo de estupefacientes. De forma similar expresa su rechazo Jupol, que atribuye esta actuación a la "preocupante tendencia impulsada por el Gobierno", para relajar la ley de Seguridad Ciudadana.
Consideran además que, aunque un vehículo esté detenido, su ubicación en la vía pública lo convierte en un entorno visible y potencialmente influenciable, especialmente para colectivos jóvenes o vulnerables, por lo que esta permisividad, alertan, incrementará el riesgo de conducción bajo los efectos de las drogas, ya que no existe garantía de que el conductor no se pondrá en marcha tras haber consumido.