El día a día de un policía que persigue fugitivos: "Depende mucho de la vida de los malos"
Entre los casos más destacados que ha manejado, González menciona el de Hugo 'Pollo' Carvajal
EFE | Mallorca, 24 de Enero de 2025 | 10:18h

La rutina y los horarios de un agente dedicado a perseguir fugitivos "dependen en gran medida de la vida y movimientos de los investigados, de los delincuentes", afirma Fernando González, jefe de la sección de fugitivos de la Policía Nacional.
González, quien participa esta semana en el festival Pamplona Negra, comparte en una entrevista detalles sobre su trabajo, así como los desafíos que enfrenta día a día su equipo.
Este grupo especializado surgió en 2004, coincidiendo con la entrada en vigor de la orden europea de detención en España. "Fue una época con un notable aumento de solicitudes de colaboración por parte de otros países. España, por la apertura de fronteras y su atractivo como destino turístico, se había convertido en un refugio para muchos fugitivos. En los años 90, con el auge del narcotráfico, el país se transformó en un lugar ideal para muchos delincuentes", relata.
El equipo se divide en dos áreas: una que trabaja con fugitivos internacionales, especialmente europeos, y otra que se ocupa de los nacionales y los procedentes de América Latina. En total, 23 personas forman parte de esta sección, aunque en cada provincia también existen unidades encargadas de perseguir fugitivos.
"La coordinación es clave. Los resultados que conseguimos son fruto de la colaboración con otros grupos dentro de España. Nosotros somos el equipo central y coordinamos los esfuerzos, pero en cada provincia hay grupos que, aunque no son exclusivamente de fugitivos porque también trabajan en crimen organizado, nos apoyan. Sin su ayuda, no lograríamos estos resultados", subraya González.
De cara al futuro, uno de los retos principales de esta sección es la incorporación de nuevas tecnologías. "La inteligencia artificial puede ser una herramienta clave para automatizar el análisis de información, realizar vigilancias y seguimientos más eficaces", explica.
EL PERFIL DE UN FUGITIVO
González, quien lleva seis años al frente de esta sección, señala que "no hay dos fugitivos iguales; cada uno tiene sus propias circunstancias y recursos". Esto obliga a su equipo a realizar un trabajo específico de análisis, información y planificación para cada caso.
"Priorizamos los delitos más graves porque, debido al volumen, no podemos abordar todos los casos. Asesinatos, homicidios, agresiones sexuales, crimen organizado y tráfico de drogas están entre los más urgentes. También evaluamos el riesgo que representan. Por ejemplo, si sabemos que hay un posible agresor de menores en España, ese caso se convierte en prioridad porque detener fugitivos también es una forma de prevención", explica.
Además, las prioridades cambian en función de factores como el perfil del delincuente, el riesgo de reincidencia o las peticiones de otros países. "Cuando recibimos solicitudes específicas, tratamos de corresponder", añade.
Entre los casos más destacados que ha manejado, González menciona el de Hugo 'Pollo' Carvajal, exmilitar venezolano prófugo de la justicia que logró mantenerse oculto durante meses. En esta operación, trabajaron estrechamente con la DEA. "Estuvo más de un año escapando. Se refugiaba en casas de las que apenas salía y cambiaba de residencia cada dos meses", recuerda.
UN TRABAJO SIN RUTINA
El jefe de la sección asegura que su trabajo es impredecible: "No hay un día normal; cada jornada es diferente. Nuestros horarios dependen de los movimientos de los investigados".
En términos generales, su trabajo incluye "reuniones frecuentes con policías de otros países" para coordinar esfuerzos. Sin embargo, no siempre hay tiempo para una planificación detallada. "Hay casos en los que debemos actuar de inmediato y asumir riesgos, porque no siempre contamos con el lujo de preparar todo con antelación", concluye.