El peligroso hábito que amenaza la economía de los más jóvenes
La tendencia que alerta a los expertos en finanzas
Penélope O Álvarez | Mallorca, 20 de Noviembre de 2024 | 12:42h

En medio de una situación económica y política llena de incertidumbre, el doom spending está haciendo saltar las alarmas de los expertos en finanzas. Se trata de un nombre que define el hábito de gastar impulsivamente como una forma de automedicación frente al estrés, la ansiedad o el pesimismo generalizado sobre el futuro.
Se ha estado observando durante las últimas semanas un aumento significativo en esta tendencia, especialmente entre generaciones jóvenes como los millennials y la generación Z, es decir, las personas con edades comprendidas entre los 11 y los 42 años.
Kimberly Palmer, experta en finanzas personales de NerdWallet, define el doom spending como el impulso de gastar para calmar emociones negativas, como el estrés relacionado con la incertidumbre política y económica global. Este comportamiento es una forma de "terapia" que el 53% de los jóvenes encuestados asegura practicar al recibir malas noticias online.
Desviarse del presupuesto puede llevar a la acumulación de deudas, la culpa y la perpetuación de un ciclo de ansiedad y gastos innecesarios e impulsivos. La dependencia de plataformas digitales unida a la sobreinformación negativa y los anuncios personalizados pueden ser un peligro tanto para la salud mental como para la economía. Además de la doble presión a la que se enfrentan los jóvenes: ahorrar para un futuro incierto mientras luchan contra la tentación de gratificaciones instantáneas.
CÓMO EVITAR CAER EN EL DOOM SPENDING
Expertos sugieren medidas concretas para contrarrestar esta tendencia:
- Reducir el tiempo en redes sociales: Esto puede disminuir la exposición a publicidad y noticias que generan ansiedad. Además, más del 30% de los encuestados en Credit Karma dijeron que gastarían menos si pasaran menos tiempo conectados.
- Adoptar formas saludables de manejo del estrés: Actividades como hacer ejercicio, meditar o reconectar con amigos pueden reemplazar la satisfacción fugaz de las compras.
- Establecer barreras para compras impulsivas: Eliminar información de pago guardada en aplicaciones o navegadores dificulta las compras instantáneas, lo que permite reflexionar antes de gastar.
- Tener metas financieras claras: Crear un presupuesto que permita cierto margen para gastos placenteros, pero que priorice metas importantes, como ahorrar para emergencias o pagar deudas, ayuda a mantener el equilibrio financiero.
Establecer límites y buscar formas alternativas de mejorar el estado de ánimo puede ayudar a evitar que este comportamiento afecte negativamente las finanzas personales.