Una vecina de Palma, desesperada ante el vandalismo de los jóvenes de Verge de Lluc

Pelotazos y hasta piedras contra sus ventanas. Es lo que tiene que soportar una vecina del barrio de Verge de Lluc, en Palma. Algunos de los jóvenes que juegan al fútbol en la calle bajo su vivienda, entre tiro y chute, le rompieron hace dos semanas un cristal de la galería. Desde entonces, y pese a que el padre de uno de los responsables acudió al inmueble y aseguró que se haría cargo de la reparación, los responsables "siguen impunes" y los altercados, denuncia, no han hecho más que empeorar.

Tras el primer incidente, los jóvenes siguieron jugando al fútbol y lanzando pelotas "como si fueran cohetes, muy arriba", acercándose peligrosamente otra vez a la fachada. "Mi padre bajó a recriminar a uno de los chicos, de 13 años, su comportamiento y le respondió de muy malas formas", rememora la vecina.

Días después, sobre las 23:20h del pasado viernes, un fuerte estruendo les estremeció a ambos mientras estaban en casa. Otra ventana de la galería había quedado hecha añicos. "Una vecina nos contó que había visto cómo un grupo de encapuchados lanzaban una piedra contra nuestras ventanas". Llamaron a la Policía Local de Palma, ante lo que considera ya "un acto de vandalismo", pero pasada la una de la madrugada, "no había venido nadie y llamamos para decirles que ya no hacía falta que vinieran, porque no iban a encontrar a los jóvenes y nosotros teníamos que dormir para ir a trabajar al día siguiente a las seis de la mañana".

Ahora, el ambiente en el barrio, dice, es tenso: "Siguen dando pelotazos, pero como no hay presencia policial, continúan haciendo lo que quieren", denuncia públicamente, ante la indefensión que siente. "En casa estamos enfadados y nerviosos. A las perras no las dejamos entrar en la cocina y nosotros intentamos entrar lo menos posible". 

De galería de este primer piso, de cuatro cristales, dos están totalmente rotos. El incidente ha coincidido, para mala suerte de los perjudicados, con jornadas de intensas lluvias en Mallorca, debido al paso de la DANA, algo que les ha complicado todavía más la situación. "Hemos tapado una ventana con cartón, como hemos podido, y tenemos cerrada la puerta de la cocina para evitar que entre el frío y la lluvia en casa", explica, incrédula no solo de la "mala fe" de los jóvenes, sino también por el "abandono" de la zona por parte de la Policía Local.