¿Cuánto tiempo puede estar la carne en el congelador sin estropearse?

A menudo, es fundamental optimizar el tiempo disponible para hacer las compras, aprovechando las ofertas del mercado para adquirir carne en grandes cantidades. Luego, se almacena en el congelador para utilizarla según se necesite. Por ello, en cualquier cocina española, tener un buen congelador es esencial, ya que se convierte en un aliado indispensable que facilita la vida.

Una cuestión recurrente entre cocineros, tanto profesionales como aficionados, es: ¿cuánto tiempo puede conservarse la carne en el congelador sin perder calidad? La respuesta varía según el tipo de carne, y los expertos en seguridad alimentaria proporcionan pautas específicas para cada una.

La congelación es un método altamente efectivo para conservar la carne, pues detiene la actividad microbiana y previene la descomposición.

Para ello, los alimentos deben mantenerse a una temperatura constante de -18°C. No obstante, con el paso del tiempo, la calidad de la carne puede deteriorarse, por lo que es importante conocer los tiempos máximos de conservación para cada tipo:

- Ternera: puede mantenerse en el congelador de 4 a 12 meses sin perder calidad. Los cortes más grandes pueden durar hasta un año sin problema, mientras que los más pequeños, como la carne picada, deben consumirse en un plazo de 3 a 4 meses.
- Pollo y aves de corral: tienen una vida útil más corta. Un pollo entero puede durar hasta un año, pero las piezas individuales, como pechugas o muslos, es mejor consumirlas en 9 meses. La carne picada de pollo, al igual que la de ternera, debe utilizarse en los siguientes 3 o 4 meses para mantener el sabor y la textura.
- Cerdo: las chuletas y los filetes pueden mantenerse en el congelador de 4 a 6 meses sin variar su calidad, mientras que la carne picada debe consumirse en unos 3 meses.

Para que la carne se conserve adecuadamente en el congelador, los expertos recomiendan usar bolsas herméticas o recipientes que eviten el contacto directo con el hielo, previniendo así las quemaduras por congelación.

Además, aconsejan congelar la carne en porciones, de manera que solo se descongele lo necesario, evitando recongelar lo sobrante, ya que esto puede comprometer la seguridad alimentaria.

La carne debe descongelarse en el frigorífico, lentamente, y no a temperatura ambiente o en el microondas, para evitar el crecimiento bacteriano. Si la carne presenta quemaduras por congelación, una textura viscosa o un olor desagradable, es mejor desecharla, ya que estos signos indican que no es segura para el consumo.