"Ninguna administración ha estado a la altura para evitar un beach club en la muralla de Palma"

La Asociación para la Defensa del Patrimonio de Mallorca (ARCA) critica que "ninguna administración ha estado a la altura para evitar un beach club en la muralla de Palma". 

"Políticos y técnicos del Consell de Mallorca y del Ayuntamiento de Palma no han hecho el esfuerzo necesario para evitar el desbarajuste que supone la colonización de una terraza de lujo invasiva en el espacio público del Baluard", declara la asociación. 

Ahora, un informe jurídico municipal, justifica la terraza con varios argumentos formales discutibles.

"El Ayuntamiento allana el camino para que, una vez más un espacio público sea aprovechado para hacer negocio que estará especialmente dirigido a los turistas. Aprovechando el Patrimonio histórico, como la muralla, un BIC, como escenario privilegiado".

Aseguran que en un momento en el que está sobre la mesa el debate de la masificación y la pérdida de personalidad y que desde la ciudadanía, se dice que ya es suficiente, el actual gobierno municipal de Palma, que ya había heredado el proyecto del anterior consistorio, muestra que "no ha tenido cintura para evitar ese despropósito": "Un restaurante exclusivo dirigido a los bolsillos más llenos y que invade estéticamente la muralla con paredes, láminas de agua, plantas y mobiliario. Una muralla restaurada hace años con nuestro dinero y que fue agujereada por estos concesionarios sin que este hecho haya bastado para demostrar el desprecio al Patrimonio".

"Ninguna administración ha estado a la altura para evitar un beach club en la muralla. Ni el Consell ni algunos de sus técnicos, ni el Govern, ni el Ayuntamiento de Palma, que ahora ha cedido un espacio público de la ciudad al Museo y de rebote a una concesionaria sin ejercer un control real".

ARCA PONDRÁ UN RECURSO

ARCA pondrá un recurso administrativo contra la licencia, pedirá la revisión de oficio de la autorización de patrimonio, y planteará realizar alguna movilización simbólica.

"La discusión no es si puede haber o no un bar en una terraza, eso nadie lo discute. La discusión es sobre el modelo y tamaño de la terraza. El acuerdo era posible, reduciéndola, cambiando el diseño y el público al que se dirige, e incluso desplazándola a la terraza interior del Baluard, pero no se ha hecho el menor esfuerzo. La decepción, por parte de los que amamos el Patrimonio y la ciudad es grande porque hemos mantenido muchas reuniones con los responsables y las buenas palabras tan sólo se han quedado en eso", concluyen.