¿Cada cuánto hay que bañar a un perro? Mitos sobre el lavado canino
Redacción | Mallorca, 16 de Mayo de 2024 | 21:41h

Saber cuándo bañar a un perro es una de las dudas más recurrentes entre quienes conviven con un can. Sin embargo, alrededor de este tema circulan muchos mitos: que debe hacerse solo una vez al año, que estropea el pelo del animal, que lo deja sin defensas, etc. Estos rumores generan miedo a la hora de mantener limpio a un perro.
Al igual que cortarle las uñas o vacunarlo, bañar a un perro con regularidad es una de las responsabilidades de los dueños. Lejos de perjudicar al animal, bañarlo regularmente le beneficia.
Cuando bañamos a un perro, le ayudamos a eliminar bacterias y suciedad que pueden comprometer su salud, además de hacerlo menos atractivo para plagas.
FRECUENCIA RECOMENDADA
Se recomienda bañar a los perros cuando sea necesario, usando el sentido común. Un perro no debe pasar más de tres meses sin baño. No es necesario esperar hasta el límite ni lavarlo semanalmente, a menos que sea solo con agua o con toallitas higiénicas específicas.
Es importante usar el tipo de champú adecuado y cepillar al perro para proteger su pelo. El cepillado ayuda a eliminar el pelo muerto y la suciedad que no se elimina con el lavado.
¿CADA CUÁNTAO SE BAÑA A UN PERRO SEGÚN SU PELO?
- Pelo corto: cada mes y medio o dos meses.
- Pelo medio: cada mes o mes y medio.
- Pelo largo: cada tres semanas o un mes.
Estos márgenes de tiempo son orientativos y deben ajustarse según las necesidades de cada perro.
MITOS SOBRE EL BAÑO
- El pelo del perro pierde aceites cuando se baña: Es cierto que los perros, como las personas, pierden aceites presentes en el pelo al bañarse. Sin embargo, esto no es problemático ya que la regeneración del pelo es alta.
- El baño altera el pH del perro: Este mito también es cierto, aunque con una salvedad: esto ocurre incluso cuando se meten en un río o en el mar. No es algo dramático, ya que en poco tiempo, el pH se vuelve a equilibrar.
- El olor del champú hace que otros perros no lo reconozcan: Este mito no tiene base científica. El olfato del perro es tan potente que no hay forma de que el champú pueda ocultar su auténtico olor.