PLIS amenaza con llevar a los tribunales al Govern si se vulnera la libre elección de lengua

La asociación 'PLIS. Educación, por favor' recuerda al Govern que la libre elección de lengua en primera enseñanza, es decir, infantil y los dos primeros cursos de primaria, está blindada por la Ley de Normalización Lingüística, por la Ley de Educación de Baleares y por el Decreto de mínimos.

“Aquí no valen componendas ni planes piloto; todos los centros están obligados a permitir la elección de lengua, por lo que, si se le ocurriera a la Conselleria que fueran los centros los que decidieran permitir la elección de lengua se vulneraría gravemente la ley y PLIS acudiría a los tribunales”.

Para hacer efectivo este derecho, aseguran que solo hay una manera, que es incluir en la solicitud de centro las famosas dos casillas, y en tamaño destacado, para que los padres decidan en qué lengua quieren que sus hijos reciban la primera enseñanza, no permitiendo que los directores ni los profesores interfieran directa o indirectamente.

"Por otra parte, hay que desterrar del vocabulario la palabra “segregación”, pues en el decreto de mínimos, tan admirado por los nacionalistas, se permite que los padres elijan para sus hijos una enseñanza no compartida en catalán y en castellano y puedan estudiar en la lengua de su preferencia, sin ni siquiera recibir el 50% del horario lectivo en la otra lengua cooficial", añaden. 

PLAN PILOTO DE ELECCIÓN DE PRIMERA LENGUA

Indican que el plan piloto debe aplicarse en el resto de las etapas, es decir, a partir de tercero de primaria y en secundaria, y como la palabra “piloto” significa, debe ser la guía durante el curso 2024-2025 para hacerlo obligatorio a partir del 2025-2026.

"Si finalmente el Govern decide que sean los centros los que elijan sumarse al plan piloto, debe implantarse un procedimiento para que los padres manifiesten antes su deseo de recibir en castellano o en catalán (primera lengua) las materias llamadas tradicionalmente troncales y en la segunda lengua, las demás. Los directores deben saber qué piensan los alumnos y padres sobre la lengua vehicular de su preferencia y hacerse responsables de su decisión en caso de que no coincida con la de las familias", declaran.

Asimismo, insisten que para saber el deseo de los padres, solo hay, como en el caso de la elección de centro, una manera: introducir en los impresos de solicitud de centro o de renovación de centro las dos casillas. 

“Decir que se quiere satisfacer los derechos de los niños, por medio de sus padres, y luego no permitirles manifestar su deseo, es considerar a los ciudadanos siervos o súbditos", concluyen.