¿De dónde viene la tradición del Roscón de Reyes?

El Roscón de Reyes es un dulce tradicional navideño en España.

Después de haber disfrutado de todos los tipos de turrones posibles, una vez que pasa la Nochevieja, comenzamos a anticipar la inminente llegada del Roscón.

El Roscón tradicional suele ser el de nata, pero cada año surgen nuevas variedades de este típico dulce que se disfruta en la Noche de Reyes, el 5 de enero, y el Día de Reyes, el 6 de enero.

A pesar de vivir en la era de la tecnología, algunas tradiciones perduran en el tiempo, y no queda más remedio que seguir con costumbres como acostarse temprano, dejar los zapatos limpios, poner comida para los camellos y dejar un regalo para Sus Majestades de Oriente.

Dentro del Roscón se esconden un haba y una figura, y cortarlo requiere cierta precaución.

Un refrán tradicional lo expresa de esta manera: "En el Roscón hay muy bien ocultas un haba y una figura: el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura. Quien en la boca se encuentre una cosa un tanto dura, a lo peor es el haba, o a lo mejor la figura. Si es el haba lo encontrado, este postre pagarás más, si es la figura, serás coronado y Rey". Este refrán describe cómo disfrutar del Roscón tal como lo conocemos hoy, pero su historia es más antigua de lo que parece.

Se cree que el Roscón de Reyes tiene sus raíces en la Antigua Roma, remontándose a las Saturnales, unas festividades paganas que se celebraban en diciembre en honor a Saturno, el dios de la agricultura.

Durante estas festividades, se preparaban tortas con miel, frutos secos, dátiles e higos, que se distribuían entre los esclavos y campesinos.

Con el tiempo, esta costumbre evolucionó y se incorporó a las celebraciones cristianas. Inicialmente, el haba era el único elemento sorpresa en el Roscón, simbolizando la fortuna y la fertilidad. Aquel que encontraba el haba en su porción era considerado afortunado y se auguraba prosperidad para el año.

Julio Caro Baroja, en su obra "El Carnaval," recoge dos testimonios del siglo XII sobre el Rey de la Faba. En 1361, se designaba Rey del Faba al niño que encontraba el haba en el Roscón. Con el tiempo, se añadieron más tradiciones, y la forma redondeada y la corona del Roscón hicieron referencia a la Epifanía y a la presentación de los Reyes Magos al niño Jesús. También se asoció con el ciclo continuo de la vida y la naturaleza, simbolizando la eternidad y la unidad.