Miles de medusas invaden la playa de Port Adriano
Redacción | Mallorca, 11 de Abril de 2021 | 09:50h
Miles de medusas aparecieron este sábado por la tarde en la playa de Port Adriano, en Calvià (Mallorca). En los últimos días ya se han detectado aglomeraciones de medusas de esta especie en la zona noroeste de Mallorca, así como en las costas de la Serra de Tramuntana.
Se trata de la especie Pelagia Noctiluca. Y atención, que pican. Eso sí, con los niveles de toxinas con los que cuenta, en caso de sufrir una, la dosis de veneno para los humanos no es letal, pero sí suele producir una profunda irritación.
De hecho, conviene tomar precauciones: es la única especie de medusa catalogada como "muy urticante" por la Guía de Medusas del ICM y del CSIC.
En ocasiones, tras la picadura también pueden aparecer costras. Otros síntomas -aunque raros- pueden ser náuseas, vómitos, calambres musculares o dificultad respiratoria.
EN CASO DE PICADURA
En caso de recibir una picadura,el Institut de Ciències del Mar (ICM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) recomiendan seguir los siguientes pasos:
- Quitar los restos de tentáculos y/o fragmentos de la medusa
- Lavar la zona de la picadura con agua de mar
- Aplicar una solución de bicarbonato
- Aplicar hielo seco durante unos 15 minutos (en lapsos de 3 minutos, con descansos de 2 minutos)
- Si el dolor persiste, se debe acudir al médico o a profesionales de la salud.
Por contra, lo que NO se debe hacer bajo ningún concepto, según la guía elaborada por ambas instituciones es:
- Aplicar amoníaco, alcohol o agua dulce
- Aplicar vinagre (salvo en casos específicos)
- Frotar la zona de la picadura
- Aplicar vendajes a presión
PELAGIA NOCTILUCA
Son habituales en primavera y otoño. Destaca su color: un característico lila brillante, aunque también pueden verse algunas amarillas o doradas. Cuentan con ocho tentáculos y cuatro brazos. Esta medusa, además, es luminiscente, es decir, brilla por las noches o cuando se ve amenazada o quiere atraer a alguna presa.
Su hábitat natural es en las aguas profundas del Océano Atlántico y del Mar Mediterráneo. Sin embargo, para reproducirse -a principios y finales de verano-, suelen acabar en zonas cercanas a las costas. Allí, cuando las corrientes se lo ponen difícil, las arrastran hasta las playas, donde normalmente mueren.
En los últimos años se ha detectado un notable incremento de esta especie. Los expertos temen que, tras esto, se escondan factores climáticos, así como distintos cambios en los ecosistemas, como la contaminación o los vertidos tóxicos al mar.
De hecho, este verano ya se prevé un aumento de estas medusas en las playas de las Islas Baleares.