Las presiones de Penalva, Subirán y los policías: “donde tú estás sentado he tenido a Matas y a Munar"
Esther Ballesteros | Mallorca, 05 de Septiembre de 2019 | 00:00h

“Donde tú estás sentado he tenido a Matas, a Munar y al Conde de Fontao”. Es, según un investigado, parte de las presiones a las que, como él, varios imputados y testigos del caso Cursach fueron sometidos por parte del exjuez de la causa, Manuel Penalva, el exfiscal Miguel Ángel Subirán (ambos apartados del procedimiento) y varios policías del Grupo de Blanqueo con el objetivo de lograr de ellos declaraciones incriminatorias dirigidas a construir a la carta sus pesquisas.
Así consta en el último informe aportado por la Policía Nacional, al que ha tenido acceso Crónica Balear, que arroja nuevos datos y confesiones acerca de las tácticas que los investigadores habrían empleado para allanar condenas e implicar, entre otros, al exdiputado y exregidor del PP Álvaro Gijón. En su caso, en relación al cobro de presuntas comisiones por la adjudicación del servicio de regulación del aparcamiento en Palma (más conocido como ORA).
Entre las numerosas declaraciones incorporadas a la causa se encuentra la de un exfuncionario del área de contratación del Ayuntamiento de Palma. Tras ser arrestado en el marco de las investigaciones en torno a la adjudicación del servicio ORA, asegura que mientras los agentes le informaban de sus derechos, el entonces jefe de Blanqueo le apercibía de que “en esa misma silla en la que usted está sentado he tenido a Matas, Munar y al Conde de Fontao”.
"Lo vuestro se llama ignorancia deliberada"
La declaración transcurrió en un marco de tensión y advertencias. El arrestado insistió en varias ocasiones en que, durante la tramitación del anterior expediente, no detectó amaño alguno y que tenía la conciencia de que “al menos lo que dependía de mi departamento había sido correcto”. Sin embargo, la respuesta exasperó al inspector: “lo vuestro se llama ignorancia deliberada”, le espetó el agente.
El jefe de Blanqueo incidió en sus insinuaciones: “usted, en menos de dos años, estará pidiendo un pacto a la Fiscalía”. Tras quedar en libertad, recuerda cómo aquél se dirigió a él para decirle “dé usted gracias de que soy policía y no fiscal; puede irse usted a su casa”.
A esta comparecencia se suman las de otros varios investigados que también habrían pasado por las mismas circunstancias. De hecho, uno de ellos, también funcionario del Consistorio palmesano, recuerda cómo, durante su comparecencia, Subirán “trataba todo el rato de retorcer su declaración”.
Otro de los declarantes, también interpelado sobre la adjudicación del concurso de la ORA, fue interrogado días después en dependencias judiciales. Allí estaban presentes Penalva, Subirán y el propio jefe de Blanqueo. Según manifestó, la declaración judicial fue “más dura” que la que había prestado anteriormente en Policía, al recordar cómo el fiscal le iba leyendo fragmentos de declaraciones de otros compañeros mientras le espetaba: “¿le parece normal?”.
“Usted es tonto, es el tonto útil, no se entera de nada, no se enteraba de que estaba todo amañado”, asegura que le vociferaba Subirán. Sin embargo, afirma que, finalizado el interrogatorio, su abogado salió del despacho en el que se había desarrollado, momento que los allí presentes aprovecharon para ejercer “presión” sobre él y amenazarle con su ingreso en la cárcel.
"Gijón se irá a las Bahamas"
Tal y como relata, fiscal, juez y policía comenzaron a instarle a coro a que confesara que Gijón había cobrado comisiones y que le iban a “meter en prisión” mientras el exalto cargo del PP, “de rositas”, se iría “a las Bahamas”.
“Me decían que tenía que declarar contra él, diciendo que había recibido dinero de una comisión, una comisión de un millón de euros. Fue un bombardeo y una presión que me dejaron bloqueado”, subraya el declarante en una posterior comparecencia en la Jefatura Superior el pasado mes de mayo. Y lo que más le “descolocó”, añade, fue que el propio Penalva le dijera que “si llego a saber antes esta declaración, yo le encierro”. “Que me dijera eso el propio juez fue lo que más me afectó y asustó, pues sabía que no iban de bromas”.