La ruptura del Gobierno alemán aboca al país a elecciones anticipadas
EFE | 07/11/2024
Las divergencias en materia económica y financiera han roto finalmente este miércoles la coalición de Gobierno alemana formada por socialdemócratas, verdes y liberales, tras tres años de disputas. Esto aboca al país a unas más que probables elecciones anticipadas en marzo, en un contexto de creciente incertidumbre tanto doméstica como internacional.
El canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, anunció la destitución del ministro de Finanzas y líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, tras el fracaso de una sesión maratoniana de reuniones convocadas para evitar in extremis la ruptura.
UNA ECONOMÍA EN CRISIS
Con la economía alemana al borde de cerrar su segundo año en recesión y un agujero de 12.000 millones de euros en los presupuestos de 2025, que el Parlamento deberá abordar la próxima semana, las diferencias entre las dos visiones opuestas dentro del Gobierno se tornaron insalvables.
Scholz y sus socios verdes proponían suspender el límite constitucional de endeudamiento, que fija un techo del 0,35 % del PIB, para financiar inversiones en la economía y apoyo adicional a Ucrania, especialmente cuando se prevé una reducción en la ayuda estadounidense.
Sin embargo, los liberales del FDP, que enfrentan el riesgo de quedar fuera del Parlamento según las encuestas, consideraron esta propuesta una línea roja. El partido prefirió romper la coalición antes que aceptar un compromiso que, según ellos, les haría perder aún más apoyo electoral.
La semana pasada, el FDP presentó un documento estratégico inasumible para sus socios, en el que exigían un alivio fiscal para empresas, recortes en el gasto social y una relajación de los objetivos climáticos. Estas demandas precipitaron la ruptura.
ELECCIONES ANTICIPADAS EN MARZO
En un discurso que ya anticipaba tonos de campaña electoral, Scholz calificó de "irresponsable" la actitud de Lindner y anunció que se someterá a una cuestión de confianza en la primera sesión parlamentaria del nuevo año, el 15 de enero.
Por su parte, Lindner acusó al canciller de provocar una "ruptura calculada" al no aceptar siquiera sus propuestas como base para un acuerdo.
Dado que socialdemócratas y verdes no tienen mayoría, el vicecanciller y ministro de Economía, el verde Robert Habeck, aseguró que las elecciones anticipadas serán inevitables y que se convocarían, a más tardar, a finales de marzo.
Scholz defendió los logros de su Gobierno, destacando los avances en protección climática, la reducción de la inflación al 2 %, la estabilización de los precios energéticos y el control de la migración irregular, que ha disminuido un 50 % con respecto a 2023. Además, argumentó que en tiempos de incertidumbre global, Alemania debe poder invertir tanto en defensa como en economía y bienestar.
"A los ciudadanos no les haré elegir entre inversión en defensa o buenos puestos de trabajo y una economía sólida. Ese 'o lo uno o lo otro' es veneno", afirmó Scholz, quien defendió que Alemania puede permitirse endeudarse más.
El canciller también ofreció su cooperación al líder de la oposición, el democristiano Christian Merz, proponiéndole formar un Gobierno en minoría con socialdemócratas y verdes, aunque esta posibilidad parece improbable.
¿UNA GRAN COALICIÓN?
Scholz advirtió sobre el riesgo de seguir el ejemplo de EE.UU., al que calificó como un país "profundamente dividido", y abogó por buscar compromisos políticos. Esto sugiere una posible 'gran coalición' con la Unión Democristiana (CDU), que lidera las encuestas con un 32 % de intención de voto.
Por el contrario, la popularidad de la actual coalición tripartita ha caído al 14 %, según una encuesta reciente, debido a las disputas internas y críticas al liderazgo de Scholz.
Mientras tanto, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha subido al 18 % en intención de voto, consolidándose como la segunda fuerza política, superando a los socialdemócratas, que caen al 15,5 %, y dejando a los verdes en un preocupante 10,5 %.
En este escenario, la reedición de una gran coalición entre democristianos y socialdemócratas, similar a la que se dio bajo el mandato de Angela Merkel, con Scholz como ministro de Finanzas, podría ser la única opción viable para garantizar estabilidad. Sin embargo, las conversaciones difíciles en tres regiones del este alemán reflejan lo que podría ocurrir a nivel nacional, en un Parlamento fragmentado y con una ultraderecha fortalecida que ningún partido está dispuesto a incluir.