Hacienda alerta de las consecuencias de guardar efectivo en casa
Aunque no es ilegal, la Agencia Tributaria puede aplicar sanciones de hasta el 50% si no se declara correctamente
Alicia Romero | Mallorca, 12 de Febrero de 2025 | 17:00h

Cada vez más personas optan por guardar dinero en efectivo en casa, especialmente en tiempos de alta inflación y crisis económica. Contar con liquidez inmediata para imprevistos, como una reparación, la compra de un electrodoméstico o un gasto inesperado, evita depender de los bancos, que además han aumentado sus comisiones en los últimos años.
Aunque guardar efectivo en casa no es ilegal, Hacienda puede exigir explicaciones sobre su procedencia. Si el gasto declarado en la Declaración de la Renta es inferior a lo que realmente se usa, la Agencia Tributaria podría abrir una investigación, lo que podría derivar en multas y sanciones con intereses por el dinero no declarado.
LAS CANTIDADES SUPERIORES A 3.000 EUROS, EN EL PUNTO DE MIRA
Tener dinero en casa por encima de los 3.000 euros puede suponer un riesgo fiscal. Cualquier ingreso bancario o transferencia que supere esta cifra puede activar una investigación de Hacienda.
El Banco de España está obligado a notificar a la Agencia Tributaria sobre movimientos bancarios que superen este límite. Hacienda puede entonces solicitar justificantes del ingreso, especialmente si se trata de premios de lotería, cobros de herencias o cualquier otro ingreso extraordinario.
Si el contribuyente no declara estos ingresos o no puede justificarlos, podría enfrentarse a sanciones que pueden alcanzar hasta el 50% del importe no declarado.
¿EN QUÉ CASOS HACIENDA INVESTIGA EL DINERO EN EFECTIVO?
Los bancos tienen la obligación de informar a Hacienda sobre movimientos sospechosos en las cuentas de sus clientes. Sin embargo, la Agencia Tributaria no investiga cualquier ingreso, sino aquellos que puedan estar relacionados con actividades ilícitas o fraude fiscal.
Cuando Hacienda detecta una irregularidad, lo primero que hace es contactar con el titular para solicitar información. Si el origen del dinero es legítimo y demostrable, no hay motivo de preocupación.
En estos casos, se requiere justificar si el dinero proviene de rendimientos del trabajo, inversiones, alquileres u otros ingresos patrimoniales. Mantener registros y documentación clara sobre el origen del efectivo puede evitar problemas con la Administración Tributaria.