Este es el único lugar del mundo sin ley en el que cualquiera puede proclamarse rey
Jeremiah Heaton, un granjero estadounidense, viajó hasta este inhóspito enclave para proclamarse rey y otorgar el título de princesa a su hija
Marina J. Ramos | Mallorca, 04 de Noviembre de 2024 | 20:08h
En el vasto desierto entre Egipto y Sudán se encuentra Bir Tawil, un territorio de aproximadamente 2.060 kilómetros cuadrados que es famoso por ser el único lugar del mundo que no pertenece a ningún país. Esta peculiaridad ha atraído la atención de aventureros y soñadores, como Jeremiah Heaton, un granjero estadounidense que viajó hasta este inhóspito enclave para proclamarse rey y otorgar el título de princesa a su hija, de 6 años.
Heaton, motivado por un deseo especial de hacer que su hija se sienta única, llegó a Bir Tawil con una bandera que había diseñado, proclamando su propia "realeza". En una ceremonia improvisada, levantó la bandera y declaró a su hija, la Princesa Emily, en un acto que, aunque simbólico, ha resonado en los medios de comunicación de todo el mundo.
La historia de Bir Tawil es tan fascinante como su situación geográfica. Este territorio se convirtió en tierra de nadie después de un conflicto de límites entre Egipto y Sudán en el siglo XIX, lo que resultó en que ambos países reclamaran tierras adyacentes, pero no este enclave desértico. Desde entonces, ha permanecido deshabitado y sin reclamaciones oficiales, convirtiéndose en un lugar ideal para aquellos que buscan escapar de las normas establecidas.
Heaton no es el primero en intentar reclamar este territorio. En el pasado, otros aventureros han hecho intentos similares de establecer reinos en Bir Tawil, pero la falta de infraestructura y la dureza del entorno han dificultado la permanencia de estas iniciativas.
La historia de Heaton y su proclamación ha puesto a Bir Tawil en el mapa, atrayendo a curiosos y a aquellos en busca de una experiencia única. Sin embargo, el estado real de este lugar es complejo: aunque no tiene un gobierno reconocido, cualquier intento de colonización o establecimiento de un reino se enfrenta a la dura realidad del desierto y a las complejidades políticas de la región.
A medida que la historia de Bir Tawil continúa desarrollándose, su estatus como el único territorio del mundo sin ley sigue fascinando a aquellos que sueñan con la aventura y la libertad. La proclamación de Heaton ha servido como un recordatorio de que, a veces, la verdadera realeza se encuentra en la imaginación y el deseo de crear momentos memorables.
