El alimento de tu despensa que jamás tendrás que tirar: no tiene caducidad
Gracias a sus propiedades naturales, puede mantenerse comestible durante milenios
Penélope O Álvarez | Mallorca, 15 de Noviembre de 2024 | 15:32h

La miel es un alimento extraordinariamente duradero y ha sido valorado no solo por su sabor, sino también por sus propiedades antibacterianas y conservantes. La sorprendente capacidad de la miel para no echarse a perder se debe a una combinación de factores naturales que la hacen única entre los alimentos.
LAS PROPIEDADES DE LA MIEL
La miel es naturalmente antibacteriana y antiséptica debido a que contiene peróxido de hidrógeno: cuando las abejas procesan el néctar, crean una pequeña cantidad de peróxido de hidrógeno, un compuesto que actúa como un potente antiséptico, ayudando a prevenir el crecimiento de bacterias.
Tiene un pH bajo, entre 3.2 y 4.5, lo que impide el crecimiento de la mayoría de los microorganismos. Las bacterias y hongos no pueden proliferar en un ambiente tan ácido.
También es extremadamente dulce, lo que hace que su concentración de azúcares sea tan alta que crea un entorno hiperosmótico, lo que significa que el agua en los microorganismos se extrae debido a la alta concentración de azúcar, que los deshidrata y elimina la posibilidad de crecimiento bacteriano.
Su bajo contenido de agua es otro factor clave para su longevidad. Las abejas recolectan néctar y lo procesan para eliminar gran parte del contenido de agua, convirtiéndolo en una sustancia viscosa que contiene solo entre el 17% y 20% de agua. Esta baja humedad, junto con el contenido alto de azúcar, reduce aún más la posibilidad de crecimiento bacteriano o de otros microorganismos.
Cuando las abejas almacenan la miel en sus colmenas, lo hacen en celdas de cera que están selladas herméticamente. Este sellado evita que el aire y la humedad entren en contacto con la miel, lo que contribuye a su longevidad. Aunque las colmenas están expuestas a las condiciones ambientales, los sellos de cera y la deshidratación natural de la miel ayudan a mantenerla en condiciones óptimas durante mucho tiempo.
EL DESCUBRIMIENTO MÁS ASOMBROSO SOBRE LA MIEL
Uno de los hallazgos más asombrosos sobre la miel proviene de Egipto. Los arqueólogos han descubierto tarros de miel en tumbas de faraones egipcios que tienen más de 3.000 años y aún son comestibles. Estos tarros estaban sellados de manera que protegían la miel de la humedad y el aire, permitiendo que se conservara durante milenios.
El hecho de que esta miel no solo sobreviviera durante miles de años, sino que también fuera comestible cuando se descubrió, es una prueba del impresionante poder conservante de la miel. Aunque el sabor puede haberse alterado, la miel sigue siendo segura para consumir incluso después de miles de años, debido a sus propiedades naturales.
La vida útil de la miel es prácticamente indefinida, siempre y cuando se almacene adecuadamente. Para garantizar su longevidad, la miel debe guardarse en un recipiente hermético, en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa y de la humedad. Si la miel entra en contacto con agua o se expone a un ambiente húmedo, puede fermentar debido a la actividad microbiana, pero si se mantiene sellada, puede durar siglos sin problema alguno.
CUIDADO: NO TODOS LOS TIPOS DE MIEL PERDURAN EN EL TIEMPO
Aunque la miel tiene una vida útil increíblemente larga, es importante asegurarse de que la miel que se compra no esté adulterada. A menudo, la miel comercial está diluida con jarabes de azúcar u otros ingredientes, lo que puede afectar sus propiedades antibacterianas y conservantes. Es recomendable elegir miel cruda o no procesada para obtener todos los beneficios naturales que la miel ofrece.
Además de ser un alimento, la miel ha sido utilizada a lo largo de la historia por sus propiedades curativas y conservantes, tanto para la cicatrización de heridas por sus propiedades antibacterianas y su capacidad para mantener la humedad, la miel se ha utilizado durante siglos para tratar heridas y quemaduras, como en la cosmética natural debido a sus efectos hidratantes y antioxidantes.