Las cabras entienden las emociones de los humanos según su tono de voz
Este estudio aporta más comprensión sobre el comportamiento, el bienestar y las experiencias emocionales de los animales
Redacción | Mallorca, 03 de Febrero de 2024 | 19:43h

Un estudio científico ha revelado un sorprendente hallazgo al demostrar que las cabras también son capaces de distinguir las emociones y el sentir de los humanos con solo escuchar su voz.
Este descubrimiento ayuda a conectar mejor con una especie que probablemente desarrolló este mecanismo gracias a su larga relación con los humanos, y se une a las evidencias existentes de que el ganado, al igual que las mascotas, es sensible a las señales emocionales de las personas.
Aunque en el pasado ya existía evidencia de que las cabras podían identificar las emociones en las expresiones faciales humanas, este hallazgo demuestra que también son capaces de entender el tono de voz y anticipar sus motivaciones conductuales.
Alan McElligott, profesor de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong (CityUHK) basó su estudio, recientemente publicado en la revista científica Animal Behaviour, en que las cabras (Capra hircus) pueden discriminar las diferencias en el tono del balido de otros miembros de su especie, por lo que ahondó en si esta capacidad se extiende al habla humana.
EL ESTUDIO
En el experimento, las cabras escucharon una serie de reproducciones de voz que expresaban una valencia positiva (feliz) o negativa (enojada) durante la fase de habituación, es decir, cuando la cabra se acostumbra a la voz y la valencia humanas. Luego, la grabación se cambió de una valencia positiva a una negativa (o viceversa) antes de revertirla.
"Predijimos que, si las cabras pudieran discriminar el contenido emocional transmitido por la voz humana, se deshabituarían y mirarían más rápido y durante más tiempo hacia la fuente del sonido, después del primer cambio de valencia", recalca Marianne Mason, de la Universidad de Roehampton (Reino Unido).
Los resultados demostraron que el 75% de las cabras que miraron a la persona que hablaba tras un cambio en la valencia lo hicieron durante periodos más prolongados, lo que sugiere que habían percibido el cambio en el contenido emocional de las reproducciones de la voz humana.
Este estudio aporta más comprensión sobre el comportamiento, el bienestar y las experiencias emocionales de los animales. Las voces con valencia negativa, como las de enfado, pueden causarles miedo. Por el contrario, los positivos pueden percibirse como calmantes e incluso pueden animar a estrechar el vínculo entre humanos y animales.
La investigación se llevó a cabo en Buttercups Sanctuary for Goats, una organización benéfica registrada en el sureste de Inglaterra y creada en 1989 para cuidar de cabras que necesitan atención.
POR QUÉ ES IMPORTANTE EL HALLAZGO
El hallazgo aporta evidencia para entender a un animal que durante cientos de años ha vivido junto a los seres humanos y se une a la lista, junto a las mascotas, de especies que son sensibles a las señales de las personas.
El artículo indica que todos los animales domesticados dependen en gran medida de los humanos y que a través de “múltiples generaciones de relación interdependiente”, las cabras y otras especies se adaptaron a su nuevo entorno, dotándolos de una mayor inteligencia social.
Los científicos señalan ejemplos de especies que se adaptaron después de su convivencia con los humanos, como los cerdos domésticos, que “se comportan de manera diferente a las voces humanas según la valencia que expresan”.
A diferencia de los cerdos, los perros y gatos “monitorean las manifestaciones emocionales producidas por su dueño durante más tiempo que las de un extraño”.
“Hemos presentado aquí la primera evidencia de que las cabras pueden discriminar entre señales expresadas en la voz humana. Los hallazgos contribuyen a la limitada literatura disponible que indica que el ganado, al igual que las mascotas, es sensible a las señales humanas”, agrega la investigación.
Los científicos continuarán investigando para comprender la importancia de la voz humana en la vida emocional y el bienestar de las cabras y otras especies domésticadas.