Un técnico del Ib-Salud insiste en que las mascarillas de Koldo eran para uso de los ciudadanos
Ha dejado claro que la intención de la compra era para "tener un stock de seguridad" para ciudadanos y profesiones esenciales
Redacción | 20/05/2024

El exsubdirector de Compras y Logística del Ib-Salud Antoni Mascaró ha asegurado este lunes que las mascarillas compradas por el Govern balear en mayo de 2020 a la empresa Soluciones de Gestión, investigada en el caso Koldo, eran para uso civil y de profesiones esenciales.
Mascaró ha comparecido en la comisión del Parlament balear que investiga la compra de 1,5 millones de mascarillas tras declararse la pandemia mundial de covid-19 y ha dejado claro que el lote se adquirió con la intención de "tener un stock de seguridad" para ciudadanos y profesionales.
"Desde el primer momento se decidió que eran de uso en el ámbito civil" y así fueron codificadas en el Servicio de Salud de Baleares (Ib-Salud), ha insistido en varias ocasiones Mascaró, quien ha querido dejar claro que él es un "técnico" y no está afiliado a ningún partido político.
Su declaración ha respaldado la tesis del PSIB-PSOE, que defiende que los cubrebocas se compraron únicamente para atender las necesidades de la población civil en el momento de la desescalada. Por contra, Vox y PP argumentan que se adquirieron para proteger a los profesionales sanitarios, pero al no tener la calidad exigida por la Unión Europea (UE) terminaron en un almacén y nunca se emplearon.
Mascaró ha explicado que él redactó el informe de urgencia para justificar la compra del material el 4 de mayo de 2020 y otro interno para iniciar el 6 de julio la reclamación a Soluciones de Gestión de 2,6 millones de euros por "incumplimiento" del contrato porque los cubrebocas eran de una calidad menor a la solicitada.
En concreto, en su informe de reclamación parcial alude expresamente a las "mascarillas quirúrgicas entregadas" por Soluciones de Gestión al Ib-Salud.
También ha desvelado que él dio la orden para que "no se destruyeran" tras haberse iniciado el expediente de reclamación.
El técnico ha insistido en que las mascarillas compradas, de la clase KN95, eran necesarias para la población y cumplían con todos los requisitos exigidos por las autoridades de China, que era el país que en ese momento exportaba mascarillas a todo el mundo.
Ha expuesto que de todo el material que adquirió el Ib-Salut durante la pandemia, Soluciones de Gestión solo aportó el 2 % del total.
La compra se hizo en un momento de gran necesidad de mascarillas y se analizó la misma desde el punto de vista técnico y económico, sin que fuera necesario un pago adelantado del 50 %, como exigían muchos importadores en aquella época.
Mascaró ha manifestado que, por prudencia, después de formalizar la compra, las mascarillas fueron analizadas por el Centro Nacional de Medios de Protección (CNMP) del Ministerio de Trabajo, que certificó que no cumplían con los requisitos de las FPP2.
El funcionario ha confirmado que, en una reunión en abril de 2020 del comité de compras, el exdirector general de Presupuestos del Ib-Salud Manuel Palomino recibió una llamada del Ministerio de Transportes para preguntar cuál era la situación de Baleares e informar de la inminente llegada al aeropuerto de Barajas de un cargamento de China con mascarillas.
También ha dicho que este material jamás se distribuyó en la red sanitaria balear, como también mantuvo Palomino.
Tras esta primera compra, Soluciones de Gestión ofreció en mayo de 2020 otro lote de cubrebocas, pero se rechazó la misma porque Baleares ya disponía de 1,5 millones de KN95.
Este lunes también tenían que comparecer otros dos investigados en la trama, Íñigo Rotaeche y Daniel Sierra, que finalmente lo harán en próximas jornadas y, muy probablemente, se acogerán a su derecho a no declarar, como lo ha hecho en esta jornada otro de los presuntos comisionistas y también investigado Víctor de Aldama.