Qué peces son los que están mordiendo a los bañistas en Baleares
En verano siempre son noticia los tiburones y las medusas, y este año, además, las mordeduras de peces.
Vanessa Abad de Taramona | 22/08/2023
No son mordeduras grandes, pero si molestas “concretamente, como picotazos- explica una bañista - me ha pasado en varias playas. Es meterme en el agua, caminar un poco y al quedarme parada, de pronto sentir una intensa picada en los tobillos o pantorrillas”.
Y no es la única persona que se pronuncia a propósito de este suceso, ni Mallorca el único lugar ya que, al parecer, en Ibiza y Menorca también suele ser frecuente.
Así, las redes sociales están llenas de fotos con comentarios aludiendo al tema, pero ¿es un hecho extraordinario o siempre ha ocurrido y ahora como disponemos de más medios enseguida nos hacemos eco de ello?
Crónica Balear ha habado con Joan Moranta, científico titular del IEO- Centro Oceanográfico Balear (COB) para explicar de qué pez se trata y aclarar algunos aspectos de esta viral información.
“Es un pez de la familia de los espáridos (Sparidae) que incluye las especies de las variadas o mojarra, y los sargos (Diplodus sargus) . Estos peces cuando comienzan a crecer y tienen un tamaño de aproximadamente medio centímetro se acercan a la orilla y, al encontrar el hábitat adecuado, se asientan en el fondo para continuar su reclutamiento, o lo que es lo mismo, su crecimiento”, explica Moranta.
Las calas muy rocosas o las playas con arena y piedras suelen ser los lugares preferidos de esta especie “que coincide con que en verano, al haber más bañistas, inevitablemente se produce esa interacción”.
Una interacción a la que parece que ya se han acostumbrado “hasta el punto de dedicarse a morder pequeñas heriditas y pieles muertas, pero como fuente de alimento. No se sabe exactamente porqué sienten esa atracción, no hay estudios concretos sobre ello, pero es evidente que los peces huelen, eso sí que lo sabemos, y en este caso es posible que detecten un olor característico y que les llame la atención”.
El sargo adulto se alimenta de organismos que viven en las algas “como crustáceos, moluscos, gusanos de mar. Aunque su dieta también incluye estrellas de mar o erizos”.
Pero los que nosotros solemos ver merodeando cerca de nuestros tobillos son individuos con muy pocos meses de vida “suelen llegar a las zonas de costa a finales de mayo principios de junio cuando cuentan con apenas mes y medio. Por tanto, en los meses de junio, julio y agosto que coinciden con los bañistas y son un poquito mayores, unos 3 centímetros, es cuando comienzan a moverse más y a interactuar con nosotros”.
Este pez tan común, protagonista indiscutible de los veranos en las islas, de adulto pueden llegar a medir hasta 40 centímetros, "aunque no será hasta los cuatro años que alcance el 50% de su talla máxima, además, vive una media de unos diez años, característica común a todas las especies de sargos”.
Según cuenta Moranta, mientras que estas especies son muy apreciadas por la pesca submarina, la pesca profesional no las explota tanto “un hecho que explica su abundancia en el mar en los últimos años. Por otro lado, aunque se sabe poco sobre su ciclo reproductivo, las condiciones de temperatura y los cambios de corriente a causa del cambio climático, también pueden favorecer este aumento de peces”.
En este sentido, a una cala pueden llegar un gran número de individuos. “En el año 2018 realizamos un estudio en Menorca donde llevamos a cabo un seguimiento de la llegada del Sargo. En el mismo concretamos que en una sola cala podía haber una media de unos 4.000, pero también es verdad que en esta fase la mortalidad es muy alta y al final sobreviven apenas 200 o 300 en cada cala”.
Y es que estos ‘pezqueñines’ tienen que esquivar a grandes depredadores y capear varios temporales, aunque si consiguen llegar a la edad adulta los sargos se convierten en unos curiosos peces con dientes... ¡de humano! "poseen incisivos ubicados en la parte frontal de la mandíbula que utiliza para cortar y arrancar, y molares en la parte posterior con los que trituran su alimento configurando una combinación única entre los peces de nuestras costas y que dio origen al nombre que viene del griego ‘diplos’ y ‘odous’, palabras que significa doble y diente, en alusión a los dos tipos de dientes que tienen".
Pese a ello, no hay porque temerles porque los que están en nuestras costas "son completamente inofensivos y su mordedura insignificante" aunque, eso sí, el susto que te llevas te acaba convirtiendo en víctima.... de una nueva foto o video viral.