Ponen en marcha un proyecto para repoblar el Puerto de Palma de mejillones

Redacción | 05/07/2022

La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha puesto en marcha este año 2022 un proyecto para repoblar el Puerto de Palma de mejillones que biofiltren las aguas del mismo, un estudio que sido dirigido por el Centro Oceanográfico de Baleares y contado con el apoyo logístico de Astilleros de Mallorca.

Según ha informado el presidente de la APB, Francesc Antich, en rueda de prensa, "el proyecto consiste en utilizar mejillones para biofiltrar las aguas del puerto de Palma de los posibles metales pesados, hidrocarburos o microplásticos que se acumulen en él por su actividad".

De este modo, ha añadido, "este estudio destaca, por un lado, por ser capaz de utilizar la naturaleza para dar una respuesta a una situación de dificultad que se da en los puertos". "Y, por otro", ha hecho hincapié, "por ser ejemplo de colaboración público-privada, al haberse trabajado junto con Astilleros de Mallorca y el Oceanográfico de Baleares, en una apuesta por la investigación y la innovación".

Por su parte, el consejero delegado de Astilleros de Mallorca, Diego Colón, ha considerado que "el proyecto iniciado es totalmente innovador". Y, ha añadido que, "aunque se desconoce cuál será el resultado final, hay confianza en que sea un proyecto que pueda ser el inicio de un futuro sistema de autolimpieza del propio puerto".

Finalmente, la directora del equipo investigador del Centro Oceanográfico de Baleares, Salud Deudero, ha sido la encargada de explicar en qué ha consistido el proyecto.

De este modo, ha comentado que, hasta la fecha, se han iniciado los primeros trabajos en el puerto de Palma, que han consistido en la instalación de varias 'cuerdas' con mejillones aportados por los mariscadores de Menorca.

En concreto, ha detallado, se han instalado dos cuerdas, cada una de ellas con unos 30 mejillones, en la dársena de las instalaciones de Astilleros de Mallorca, otra en las de la concesión náutica La Lonja Marina Charter y una cuarta en el exterior del puerto, que hace a la vez de control y diferenciación de parámetros con los del interior del puerto.

Cada tres meses, el equipo investigador del Centro Oceanográfico de Baleares, dirigido por la propia Deudero, analizará los tejidos de los mejillones de esta primera fase, determinando la cantidad de hidrocarburos, metales pesados y microplásticos que acumulan.

Para terminar, Deudero ha avanzado que si, en esta primera fase, los mejillones del puerto de Palma resultaran beneficiosos y viables para el biofiltrado final de las aguas portuarias, se publicaría una propuesta científica para implementar biorremediación con mejillones en la instalación, con el fin de escalarlo a medio plazo a otros puertos gestionados por la APB.

FILTRAR TODA EL AGUA DEL PUERTO

Los primeros cálculos realizados por los científicos aseguran que unos 4.000 metros de cuerda de mejillón, que estarían instalados y ocultos bajo algunos pantalanes, sin molestias para los navegantes o usuarios, podrían filtrar toda el agua del puerto de Palma cada tres meses, ya que un solo mejillón filtra hasta dos litros de agua por hora. Estos cálculos previos serán finalmente validados en la segunda fase de estudio.

De hecho, diferentes estudios, como el del laboratorio marino de Plymouth, en el Reino Unido, confirman la capacidad de los mejillones para eliminar los pequeños plásticos flotantes, comprobando que un grupo de solo 300 mejillones podía filtrar hasta 250 mil piezas de microplásticos cada hora.

Los resultados permiten afirmar que los mejillones podrían reducir hasta el 25% de los microplásticos que flotan en el mar.

A día de hoy no existe una fórmula de filtrado y depuración de aguas portuarias "más barata, ecológica y sostenible" que la que se ha implementado en el puerto de Palma.

Además, según los expertos, los mejillones no tendrán que ser sacrificados, ya que podrán vivir todo su ciclo vital sin padecer por el hecho de vivir en un puerto, donde hasta hace pocos años eran habituales. Los elementos contaminantes serían finalmente recuperados y eliminados según la normativa vigente. Estos moluscos, por tanto, podrían devolver a las aguas portuarias su balance ecológico, aunque para ello se tarden años o décadas, de una forma natural y equilibrada con el medio.

Por otra parte, los mejillones en ningún caso se destinarán al consumo, sino que su misión será únicamente filtrar, oxigenar y ayudar a mejorar las aguas portuarias, y tal vez en el futuro también a zonas próximas a emisarios, aguas de deficiente oxigenación y renovación o con exceso de aportes de fertilizantes de origen agrícola.

EXPERIENCIA PIONERA EN NUEVA YORK

El primer puerto del mundo en implementar a gran escala el sistema de biorremediación con mejillones ha sido el de Nueva York.

Las conclusiones de los investigadores de la Administración Oceánica y Atmosférica norteamericana son claras, los mejillones lograron filtrar bacterias, microalgas, sedimentos, hidrocarburos, metales pesados e incluso microplásticos, mejorando notablemente las condiciones biológicas y físico-químicas de las aguas portuarias de la ciudad de norteamericana.

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