La Policía se dispone a desalojar un asentamiento de caravanas de trabajadores sin vivienda en Ibiza
"¿Por qué tienen que sacar gente que en realidad está cuidando el sitio? Este sector está más limpio que la ciudad"
EFE | Mallorca, 22 de Marzo de 2024 | 12:21h

El Ayuntamiento de Ibiza, a través de la Policía Local, se dispone a desalojar el asentamiento de caravanas ubicado en el solar de Sa Joveria, donde se han instalado trabajadores a causa de la falta de vivienda y los altos precios de los alquileres en Ibiza.
Los ocupantes que todavía resisten, habitantes de una veintena de caravanas, temen que el desalojo se produzca este sábado 23 de marzo, cuando se cumplen quince días desde que pasó la Policía Local y marcó sus coches y caravanas con pegatinas de 'estado de abandono', y anunció que regresaría en dos semanas para multar y retirar los que aún permanezcan en el solar.
De los 53 vehículos y caravanas identificados por la Policía Local, muchos ya se han ido, según ha explicado uno de los ocupantes del terreno mientras preparaba su mudanza a otro solar de la isla: “Ya se han ido muchos y nos seguiremos yendo, éramos 34 caravanas, furgonetas y autocaravanas. Han dado órdenes a las grúas para llevarse las caravanas que son vivienda de gente”, ha asegurado este joven de la isla que evita decir su nombre “porque esto es muy chico”.
En su opinión, la decisión de desalojar surge de la moción presentada por el PSOE al Consistorio en el pleno de enero para que se impidan los asentamientos en los entornos educativos y sanitarios, y que se actúe antes de final de marzo para evitar que se instalen más caravanas con la llegada de la temporada turística. Es una moción que golpea de lleno a este asentamiento que se encuentra justo detrás de un colegio y del hospital de Can Misses.
En las caravanas no sólo viven trabajadores, como empleados del hospital, del colegio, bomberos y panaderos, según enumeran los ocupantes, sino también personas con problemas graves de salud, como un hombre que espera una operación de corazón, otro enfermo de cáncer terminal y una joven con problemas psiquiátricos, además de personas sin papeles que no pueden empadronarse para regularizar su situación y ser contratados de forma legal.
“No nos dan solución de poder pagarnos un piso con nuestro salario, con lo que nosotros ganamos en nuestro trabajo. Es una impotencia que no tiene palabras, yo he caído enferma ya”, explica la joven que esta misma semana ha estado ingresada en psiquiatría. Vive en una caravana con su madre, una mujer residente en la isla desde hace 30 años. Las echaron de su piso hace dos meses y encontraron como solución comprarse la caravana: “Yo no me voy a ir, me voy a quedar”, ha advertido la madre.
En el mismo sentido se ha expresado Sofía Flores, camarera de piso y de limpieza, también residente en la isla durante todo el año y una de las primeras que se instaló en el terreno durante la pandemia: “Yo no voy a salir, no me voy a mover para nada”, ha asegurado, y ha defendido que los ocupantes mantienen el terreno limpio, a diferencia de cuando llegó primera vez y lo encontró sucio y lleno de basura por los botellones.
“¿Por qué tienen que sacar gente que en realidad está cuidando el sitio? Este sector está más limpio que la ciudad”, ha lamentado Flores, y ha asegurado que las caravanas que se han ido tras la advertencia policial es “porque no tienen el seguro del coche”.
“Hacen una presión silenciosa: un día viene una grúa, otro día pegan papeles y dicen que sacaron 5 toneladas de basura, que es mentira”, ha añadido, por su parte, Gabriel Pizarro instalado con su hijo desde hace 11 meses en este asentamiento.
Según ha afirmado, los servicios sociales del Ayuntamiento de Ibiza “pasaron, dejaron las tarjetitas y se fueron”, ha lamentado mostrando una tarjeta del Centro de Acogida Municipal. “Cuando fuimos allí nos dijeron que no podían hacer nada, que no sabían quién nos había dado la tarjeta”, ha explicado.
El coste de los alquileres anuales o de temporada para trabajadores lleva disparado desde hace casi una década en Ibiza por la práctica ilegal de poner los inmuebles a disposición de los turistas y visitantes, el llamado alquiler turístico. A pesar de los intentos de las administraciones por controlarlo, los precios y la problemática van en aumento.
Para este verano, además de que la oferta es cada vez más limitada, el precio por una habitación individual va desde los 700 a 800 euros al mes, 1.700 euros para los pisos de una habitación, 2.500 y 3.500 euros de dos habitaciones, dependiendo de la zona, y a partir de 3.000 euros de tres habitaciones. La fianza de dos meses, el pago de la agencia si es el caso y los propietarios que piden toda la temporada por adelantado, hacen muy difícil o imposible para muchos trabajadores conseguir una vivienda en la isla.
Mientras tanto, las empresas y los hoteles buscan fórmulas para alojar a sus empleados y para cubrir las plantillas en temporada turística. Desde Palladium Hotel Group han señalado que la falta de vivienda es una problemática que comparten “prácticamente todas las empresas de la isla desde hace algunos años” y que, para paliarla, ofrecen vivienda a sus trabajadores “dentro de un inventario limitado, aunque amplio” y además, contemplan “ayudas económicas en ciertos casos”.
Con una media de 4.500 trabajadores, el grupo hotelero ha iniciado este año los procesos de selección antes de lo habitual y tiene una previsión “positiva” de cubrir toda la plantilla. Desde la empresa no tienen “referencias de casos concretos” de trabajadores de su plantilla que hayan tenido que recurrir a vivir en caravanas, coches o furgonetas por la falta de alojamiento.
Las pymes también notan la dificultad de contratación por la falta de vivienda, lo que les ocasiona además falta de personal cualificado. El año pasado, el 35 % de los asociados de Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera debieron pagar el alquiler de la vivienda a sus trabajadores, según la encuesta de actividad de 2023 presentada hace unos días por la patronal.
El Ayuntamiento de Ibiza no ha respondido a la consulta por el desalojo y la situación del asentamiento.